Como siempre, Nacha Pop no
defraudó. Todo lo contrario. Su actitud en el escenario,
fruto de años y años de trabajo era fiel reflejo del
discurso vital y musical que el grupo ha mantenido desde
hace décadas.
Se mueven en las tablas con la
misma frescura y desenvoltura como si fuera la primera
actuación, lógicamente con las tablas que aporta el estar
durante décadas trabajando un proyecto más que importante.
Su música, sus letras, son un referente de la música
española, diríase internacional.
Nacha Pop mantiene la esencia de
los años 80, pero ha evolucionado para adaptarse a los
tiempos actuales, tras más de treinta años sobre los
escenarios. El grupo sigue con vida, porque sus componentes
guardan la “energía y las ganas” de sus comienzos.
Nacho García Vega (Madrid, 1961)
ha reconocido en una entrevista con EFE, después de actuar
anoche en Ceuta en el marco de las Fiestas Patronales, “esa
energía, esa alegría y esas ganas de enfrentarte al público,
de comunicar y de recibir: nos hace sentir con las pilas
cargadas y con muchas ganas de tocar”. “Tenemos la sensación
de que estamos empezando”, ha enfatizado.
Nacho García como vocalista, Jesús
Ortiz (teclados), Diego Illán (batería), Luismi Navalón
(bajo), Francis García (saxo) y Goar Iñurrieta (guitarra)
dan vida hoy en día al grupo.
“Tenemos una mezcla de público que
hace que el concierto tenga más riqueza. Siempre digo que la
gente de nuestra generación nos escucha con los ojos
cerrados para transportarse en el tiempo y los jóvenes con
los ojos muy abiertos”, ha advertido.
En su opinión, las nuevas
generaciones no le han dado la espalda al grupo sino todo lo
contrario. “Tiene mucha curiosidad y me recuerdan cuando yo
empezaba y tenía la misma curiosidad sobre grupos que habían
empezado en los años 60. Esa misma sensación de no haberlo
vivido justo en su momento es lo que tienen ahora con
nosotros y se quedan muy sorprendidos”.
No obstante, Nacho García no deja
el pasado olvidado. “No mirar atrás es como renegar de tu
pasado, pero no es nuestro caso. Sí que nos gusta meter
otros ingredientes, porque la nostalgia está bien pero nos
sentimos demasiados jóvenes para volcarnos en la nostalgia,
que sólo es una parte de esta tarta”.
El alma máter del grupo reconoce
que el fallecimiento de su primo Antonio Vega -el otro
fundador- por una enfermedad en el 2009 supuso un cambio
importante. “Los conciertos son en sí mismo un homenaje a
Antonio, ya que sus canciones están muy presentes”.
“Con su desaparición perdimos todo
su encanto y su magia, pero afortunadamente no sus
canciones. Lo que sí ha dado un pequeño giro es que quizás
ahora el concierto es más energético y rockanrolero, porque
Antonio tenía una parte intimista con sus seguidores”, ha
reflexionado a EFE.
El vocalista de Nacha Pop se
refiere al futuro para dejar claro una cosa: “Dejar de
componer no es una opción que barajemos, porque siempre
estamos con esa inquietud, pero los cambios del mercado y
los hábitos de consumo hacen que sacar un disco tenga otro
sentido distinto al de hace unos años”.
Por esta circunstancia, ha
reconocido que ya no tienen “esa urgencia” de poner un nuevo
disco en el mercado. “Los grupos ya no tenemos una compañía
detrás que te obliga a sacar un disco; nosotros, que hemos
sacado más de veinte discos, entendemos que un disco ahora
es un objeto que te permite que la gente conozca tu
actualidad creativa”.
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