La mediación es una alternativa a los tribunales que cada
vez está ganando más terreno en España, pero aún es un
sistema muy desconocido y más aún en el ámbito de los
problemas con entidades bancarias. Por ello, Agustín
Azparren, magistrado en excedencia, habló ayer sobre la
mediación bancaria y su eficacia a la hora de resolver
conflictos. En su caso, un 98% de las negociaciones
prejudiciales se han concluido con acuerdo, mientras que
cuando una de las partes ya contaba con abogados, estos
acuerdos se sitúan en torno al 50% o 60%.
La ventaja, apuntó, es el ahorro de tiempo, dinero y salud.
Y es que, proceso que en los juzgados se puede dilatar hasta
cuatro años por mediación se pueden resolver en quince días.
Como ejemplo, Azparren citó el de una familia que tenía
cláusulas suelo en su contrato hipotecario y no podía seguir
pagando la cuota. La entidad bancaria aceptó retirarle la
cláusula suelo en el momento y, aunque no recuperaba lo
pagado, le permitía disminuir la cuota en 300 euros y poder
seguir pagando, así como dando de comer a la familia, sin
verse abocados a un posible desahucio en el caso de que no
se hubiera resuelto a tiempo en el juzgado.
La clave para que la mediación funciones, destacó Azparren,
es generar confianza en ambas partes. “Hay que ser neutral y
buscar la forma en la que las dos partes se beneficien”,
explicó. En Inglaterra, señaló, la mediación funciona desde
1999 y en diez años se logró disminuir en un 60% la
litigiosidad en los tribunales. Algo que se podría lograr en
España si la mediación prospera.
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