Carlos Rontomé Romero es doctor en Ciencias Políticas y
Sociología. De discurso algo más que académico y en síntesis
un “JASP”: joven aunque sobradamente preparado. Las XIII
Jornadas de Geopolítica y Geostrategia se clausuran hoy. A
las 17.00 el general de Brigada Jaime ïñiguez Andrade,
presentará su ponencia sobre “Las respuestas y sus
limitaciones: el empleo de las FAS en la lucha contra el
Terrorismo”, seguida de “¿Hacia dónde evoluciona el
yihadismo global?”, de Luis de la Corte Ibánez, profesor de
la universidad autónoma de Madrid. A las 19.00 tendrá lugar
una mesa redonda sobre “Libertad versus seguridad. Las
sociedades postindustriales ante el dilema”, tras lo cual
tendrá lugar el tradicional Arriado de Bandera en la Plaza
de África.
Enhorabuena francamente por su tesis doctoral-
Respuesta.- Muchas gracias. La verdad es que me he limitado
a dar forma académica a una situación que intuitivamente ya
percibíamos hace años.
P.- Intente resumir sus conclusiones
R.- Hay unas cuantas, pero llamaría la atención sobre los
factores de la radicalización en la sociedad musulmana,
particularmente a partir de 1988 con la llegada a la ciudad
del movimiento Tabligh, en principio de carácter piadoso.
P.- Permítame, pero sin entrar en detalles los “tablighi”
son algo más que pietistas, en cierta medida son el primer
escalón de la islamización.
R.- Ese es uno de los asuntos, el Tabligh es un movimiento
socioislámico de raíz fundamentalista y abiertamente
rigorista.
P.- Cuanto menos.
Respuesta.- Bueno, la otra aceleración del islamismo en la
ciudad es el movimiento alegal marroquí de Justicia y
Espiritualidad, ya a finales de 1990
P.- Precisamente viví esa etapa. Pero los “adilistas” son
al fin y al cabo un movimiento a caballo entre los Hermanos
Musulmanes y el sufismo. ¿Qué me dice de la gran amenaza,
del salafismo en general?
R.- Como usted sabe en el salafismo hay tendencias, pero
efectivamente es un movimiento preocupante, generosamente
financiado por los “petrodólares” del wahabismo saudí.
P.- Entre “tablighis” y salafistas, se han dedicado a
quemar y destruir “morabitos” en Ceuta, además de
enfrentarse al tradicional “Islam popular”, tal como era
vivido por los musulmanes de ésta ciudad.
R.- Sí, ese ha sido uno de los problemas. Han fracturado
primero a la comunidad musulmana y a continuación se han
dedicado a radicalizarla.
P.- El Tabligh ha estado apoyado y financiado desde la
Ciudad Autónoma, lo cual ha sido una gran torpeza política
además de un enorme error de cálculo.
Respuesta.- Estoy de acuerdo con usted, pero la culpa
totalmente no ha sido de la Ciudad Autónoma, parece que ésta
ha sido en cierta forma asesorada.
P.- Ya. Pésimamente asesorada por algún ingenioso
aprendiz de brujo.
R.- Digamos, a grosso modo, que se prefirió apoyar a
asociaciones musulmanas autoproclamadas “españolistas”, como
UCIDE, en vez de colectivos más próximos a Marruecos como
FEERI. Dicho muy esquemáticamente.
P.- Entre la sartén y el fuego. ¿Dígame, podría dar
algunas cifras?
R.- Bueno, primero en Ceuta y Melilla es ya ostensible la
paridad demográfica. Y un detalle importante: hace veinte
años la situación socioeconómica del colectivo musulmán era
muy frágil y sin embargo era una sociedad mucho más abierta
que ahora. Se ha mejorado mucho estos años y, sin embargo,
la islamización y puntualmente el yihadismo están en alza.,
P.- Parece entonces que los fenómenos de radicalización
no dependen tanto de la marginación y la exclusión social,
como algunos pretenden vender.
Respuesta.- Así es. Queda claro que las condiciones
socioeconómicas no justifican por sí solas los fenómenos de
radicalización. Aparecen entonces en escena la ideología y
el adoctrinamiento.
P.- También hay una crisis de identidad, muchos no saben
lo que son.
R.- Ese es un factor muy condicionante, lo que unido al
discurso victimista y el adoctrinamiento rigorista, nos da
las pautas de lo que está ocurriendo.
P.- Tenemos que concluir
R.- Es difícil hablar en un contexto formando parte de él.
Pero un problema importante es no entender el problema.
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