El primer paso para frenar la radicalización y, por tanto,
el yihadismo es tomar consciencia de que el problema existe
en Ceuta y que tiene vocación de crecer. Al menos, así lo
expuso ayer Carlos Rontomé, profesor de la UNED en Ceuta, en
el marco de las XIII Jornadas de Geopolítica y Geoestrategia
que se desarrollan estos días. Rontomé, que habló sobre la
radicalización, señaló que durante los últimos años esta ha
ido creciendo y que todavía no está en su punto álgido.
Las causas que llevan a la radicalización, señaló Rontomé,
son diversas. Algunas, puntualizó, son globales porque es un
movimiento que se está produciendo en todo el Islam. No
obstante, otras son propias de Ceuta. El caso de la ciudad,
según explicó este profesor, se inicia con la entrada “de
unas corrientes religiosas bastante rigoristas que han
propiciado un discurso mucho más duro o, digamos, menos
moderado respecto al Islam”. “Esa es una de las razones
principales, pero también hay otras como la reclamación de
la identidad y la necesidad de tener un marco identitario
distinto del nuestro”, señaló el primer ponente de la tarde
de ayer para explicar que la conjugación de esos dos
factores, a parte de otras cuestiones individuales, hace que
exista la radicalización.
“En la ciudad tenemos un problema, está ahí, lleva años y lo
primero que hay que hacer es aceptar que existe”, afirmó
Rontomé. Y es que, este profesor advirtió que dentro del
discurso político se suele tratar este tema diciendo que no
existe o que es mínimo. “Se minimiza su importancia y creo
que es un grave error”, reconoció.
Políticamente incorrecto
Para Rontomé, los políticos locales piensan que si se habla
de la radicalización y del yihadismo de forma abierta lo que
se hace es criminalizar a una parte de la población. “Lo que
hay que hacer es hablar claramente de que existe ese
problema, de que afecta a una parte de la población, y
empezar a actuar porque, si seguimos pensando o actuando
como si no existiera, no nos vamos a encontrar que un día al
levantarnos ha desaparecido”.
No obstante, la ciudad autónoma tampoco es cantera yihadista
y así lo puntualizó ayer antes de su ponencia este profesor
de la UNED para señalar que hay una concentración en una
determinada zona de la ciudad, aunque se está extendiendo a
otros barrios. “Pero, por ejemplo, hay un mayor número de
personas captadas por el yihadismo en otros lugares como en
Cataluña, que además tiene un problema más grave y más
antiguo que el de Ceuta”, recuerda.
Para frenar la radicalización, Rontomé insistió en que el
primer paso es tomar consciencia de que existe el problema.
Después, trasladó, hay una serie de instrumentos para
frenarla. Entre ellos, el ponente citó el ejemplo de
Francia, donde se han puesto en marcha políticas para
intentar involucrar a los musulmanes franceses en la
identidad propia nacional. “Aunque el resultado no ha
llegado a cuajar bien, es una medida a tomar”, apostó
Rontomé. Otra medida de las propuestas por este profesor
sería de tipo legal para controlar la financiación de
ciertas organizaciones e incluso prohibir su existencia,
como en el caso de las que hacen apología del nazismo.
Además, Rontomé advirtió de que para frenar la
radicalización es importante “implicar más a los líderes
religiosos para que hagan declaraciones expresas de que el
radicalismo es negativo para su propia comunidad”. “Además,
hay que eliminar el discurso victimista de los líderes
musulmanes tanto políticos como religiosos, que hablan de
conspiración cuando algo va mal”.
Con jornadas como las que organiza la UNED de Ceuta, Rontomé
espera que los políticos comiencen a hablar de la
radicalización y la amenaza yihadista. “Comprendo el miedo
de los políticos a hablar de este tema porque son cuestiones
delicadas, pero tienen que hacer un esfuerzo para hablar
claro, concretar, actuar y para implementar políticas que
intenten reducir este fenómeno”, señaló.
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