El desarrollo de las actuaciones judiciales que lleva a cabo
el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de
Ceuta contra dieciséis agentes y mandos de la Guardia Civil
por sus actuaciones el 6 de febrero de 2014 en el espigón
del Tarajal puede sufrir un importante cambio y la versión
oficial vuelve a ser cuestionada, despúes de que un informe
forense, difundido por la Cadena Ser y recogido por este
diario, avale que el material antidisturbios “pudo
contribuir de manera significativa” en las muertes de los
quince subsaharianos que intentaban acceder a nado, rodeando
el espigón del Tarajal, hasta el territorio nacional.
Según la información hecha pública por la Cadena Ser, el
documento, que ha sido aportado a la causa por la
Coordinadora de Barrios, concluye que “existieron elementos
relacionados con la intervención de terceras personas (uso
de pelotas de goma, botes de humo, creación de un ambiente
de pánico y una situación de agotamiento de las personas)
que pudieron contribuir de manera significativa como un
elemento coadyuvante en el fallecimiento de estas personas”.
La investigación ha sido realizada por la Universidad del
País Vasco sobre cinco de los 15 jóvenes fallecidos al
intentar entrar en España por el espigón del Tarajal el 6 de
febrero de 2014.
En el informe se cuestiona la calidad de la investigación
forense realizada por el juzgado de Instrucción número 6 de
Ceuta, que entiende de los hechos, e incluso diverge
parcialmente de las conclusiones del forense del juzgado.
“En todos los casos se echa de menos la investigación
químico-toxicológica”, indica y señala que “es marcadamente
deficiente en tres de los cinco casos” puesto que “no se
siguieron los protocolos de referencia para el estudio de
muertes por sumersión”. Esto significa que si las autopsias
no se hicieron bien no se puede reducir la posible causa de
la muerte al ahogamiento.
Según la información conocida por la cadena radiofónica, la
acusación popular, a través de la Asociación Coordinadora de
Barrios, presentó el pasado 25 de marzo ante el juzgado este
informe, titulado “Estudio e Investigación sobre las
autopsias de los cuerpos hallados en las costas de Ceuta y
sobre varios lesionados bajo investigación en el Juzgado de
Instrucción nº6 de Ceuta”.
La asociación pide a la jueza que admita el informe, de 19
páginas, como prueba pericial. Esta parte solicita, además,
que se llame a declarar, en calidad de perito independiente,
a su autor, Luis F. Callado, doctor en Medicina y Cirugía,
profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad del
País Vasco, forense, prestigioso investigador de
instituciones como la Universidad de Oxford o el Royal
London Hospital con más 80 artículos en revistas científicas
en su haber.
Responsabilidades
Para poder determinar las posibles responsabilidades penales
de esas “terceras personas”, en referencia a los guardias
civiles que actuaron aquel fatídico día en la frontera, se
tendría que partir de unas autopsias bien practicadas. Según
el profesor Luis F. Callado, precisamente eso fue lo que
falló.
“La calidad de la investigación forense (del juzgado de
Ceuta) es marcadamente deficiente en 3 de los 5 casos” y “se
debería haber solicitado pruebas de diatomeas, de estroncio,
de histopatología y de toxicología”, dice en el informe,
agregando que “los casos 4 y 5 están relativamente bien
investigados, si bien, se echa de menos la investigación
toxicológica[…]. A la vista de los datos existentes se
deberían haber obtenido muestras para intentar objetivar o
excluir la presencia de compuestos que componen los gases
lacrimógenos”.
El investigador aclara que hay protocolos claros para
investigar las muertes por ahogamiento y sus posibles
condicionantes pero el juzgado ceutí no las siguió. Cita las
“Normas de referencia para el estudio de la sumersión” del
Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que
fija desde hace más de 20 años un procedimiento de trabajo
para el estudio de los ahogados.
Lesiones
El investigador de la universidad vasca indica que varias
víctimas “presentaban lesiones altamente compatibles con los
efectos del material antidisturbios (bolas de caucho)” y que
otras “relatan sintomatología compatible desde un punto de
vista técnico con los efectos de los gases fumígeros o
lacrimógenos”.
En la investigación se analiza las posibles causas de la
muerte de las cinco personas cuyos cuerpos fueron
apareciendo progresivamente en aguas de Ceuta. Los 5 cuerpos
hallados en la costa ceutí aparecieron el 8,12,13 y 15 de
febrero, días después de la polémica actuación de los
agentes de la Guardia Civil, que por primera vez usó
material antidisturbios en el mar para intentar evitar la
entrada del grupo de migrantes que nadaba para alcanzar la
orilla de la playa de la ciudad autónoma.
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