El presidente de la Ciudad Autónoma tuvo palabras para la
Virgen de Nuestra Señora de África. A ella se refirió “ Con
toda humildad” como “la querida Madre”.
En su discurso, Vivas pidió a la Virgen “esperanza y
consuelo para los que sufren por la enfermedad, por el paro,
por la ausencia de seres queridos, por el desamparo o por la
soledad no deseada”. Así inició Juan Vivas su intervención.
Continuó solicitando “que en Ceuta nunca prospere el odio,
la violencia, el fanatismo o la xenofobia; que en Ceuta, los
ceutíes, cualquiera que sea su origen o credo, sigan
sembrando la semilla de la paz, la fraternidad, la concordia
y la convivencia”.
El presidente también ha instado a la Virgen en esta
tradicional fórmula de la renovación del Voto de Gracias que
conceda a los gobernantes “sabiduría para saber distinguir
el bien del mal, fortaleza para elegir siempre el camino del
bien, y templanza, ecuanimidad y decencia en la tarea de
servir y representar a todos los ceutíes, sin ningún tipo de
discriminación, en plena igualdad de oportunidades,
derechos, deberes y obligaciones”.
Continuó mirando al futuro, pidiendo por los jóvenes “Para
pedirte, como Madre y Patrona, que Ceuta, tu querida Ceuta,
sea tierra de prosperidad y de encuentro, un lugar en el que
todos los ceutíes nos impliquemos en la irrenunciable
aspiración de lograr un futuro mejor para nuestros jóvenes”,
ha continuado la plegaria, en la que han tenido cabida estos
compromisos: “El de procurar ser justos en nuestras
decisiones, el de dar preferencia a los más necesitados, a
los más débiles, a los más vulnerables; y el de defender y
servir a España, nuestra principal razón de ser, ahora y
siempre, y para lo que sea menester”.
“En fin, querida Madre y Patrona, gracias de todo corazón
por ser aliento, amparo, lucero, consuelo y guía de todos
tus hijos”, ha concluido Vivas antes de leer el texto
tradicional.
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