Aparte de lo que se pudo ver y oír ayer en la Audiencia
Provincial, una de los hechos predominantes fueron los
parones a lo largo de la mañana, debidos a motivos de
diversa índole.
Varios de los individuos llamados a declarar no se
personaron finalmente en la Audiencia, lo que provocó que
hubiera varios momentos en los que hubo que adelantar el
testimonio de algunos comparecientes.
Ante la necesidad de escuchar la versión de uno de los
testigos clave que no compareció los magistrados tomaron la
decisión de leer la declaración de instrucción que se le
había tomado en su momento. Ésto incurrió en el pasar de los
minutos mientras se rebuscaba entre los cientos de ojas que
ilustran el caso.
También supuso un pequeño retraso la necesidad de encontrar
unas grabaciones de conversaciones telefónicas que
mantuvieron uno de los testigos y uno de los acusados. Éstas
grabaciones fueron requeridas cuando la testigo afirmó que
la transcripción de la conversación era errónea,
posiblemente debiéndose a un error interpretativo
|