No hay nada más hermoso que la sonrisa de un niño y más
todavía cuando el pequeño está pasando por un momento
delicado pero aún así es capaz de demostrar esa alegría. Eso
es lo que consiguieron ayer Sus Majestades los Reyes Magos
de Oriente y sus pajes durante su visita a la sala de
Pediatría del Hospital Universitario de Ceuta.
Pasaban unos minutos de las 13.00 horas cuando Melchor,
Gaspar y Baltasar, se terminaban de acicalar ante las
puertas del hospital con el fin de llegar en perfecto estado
ante los pequeños y poder alegrarles, almenos por un rato,
su estancia en el centro hospitalario.
Cargados de simpatía, caramelos y globos, fueron recibidos
con ilusión por estos pequeños que ayer no pudieron
disfrutar, como el resto de niños, de la Gran Cabalgata de
Reyes que recorrió varias zonas de la ciudad, pero que
tuvieron la gran suerte de conocer personalmente a Sus
Majestades los Reyes Magos de Oriente.
Varios pequeños fueron visitados por Melchor, Gaspar y
Baltasar, quienes contaron con la colaboración y
participación del personal del hospital y especialmente del
personal encargado de las áreas visitadas.
Con el reparto de unos simples globos y caramelos, mientras
mostraban su deseo de una pronta recuperación, los duendes
consiguieron arrancar la sonrisa de estos pequeños y
hacerles más feliz su estancia en el hospital.
Además de los pequeños y los familiares de estos, el
personal hospitalario no podía ocultar su alegría por la
visita de los Reyes y quisieron inmortalizar esta visita
fotografiándose con ellos y entregándoles posteriormente
aquellos deseos que esperan poder ver cumplidos en este
2015.
Tras el paso por Periatría, también se dirigieron hasta la
zona de maternidad donde las madres, con sus pequeños recien
nacidos, aprovecharon la ocasión para fotografiarse y donde
Sus Majestades las felicitaron por la llegada del nuevo
miembro de la familia.
Tras concluir la visita por el Hospital Universitario y
repartir ilusión, caramelos y juguetes entre los pequeños
hospitalizados, Sus Majestades se retiraron a descansar para
después de una comida frugal retomaron el camino hacia la
barriada de San José-Hadu.
Alrededor de las cinco y media de la tarde Sus Majestades
salieron desde el acuartelamiento de González Tablas, en la
calle Teniente Coronel Gautier. Esta vez viajaron en tres
carrozas automatizadas y acompañados por un séquito de pajes
a caballo aún más numeroso que el que les siguió durante la
mañana, unos treinta entre caballeros y amazonas. A ritmo
de’Campanas de Belén’, ‘Dame el aguinaldo’ y ‘Ya vienen los
Reyes Magos’, canciones interpretadas por la Asociación
Cultural y Banda de Música Ciudad de Ceuta.
Sus Majestades lanzaron caramelos ante una multitud exaltada
por los suculentos dulces: tanto niños como mayores se
agachaban sin cesar para recoger las coloridas golosinas que
caían a la calzada.
La algarabía que iba y venía a la caza de caramelos fue tan
frenética, que muchos de los pequeños de cortísima edad que
acudieron a saludar a Sus Majestades tenían que recibir los
caramelos de manos de sus padres, que recolectaban los
dulces que llegaban en tromba hasta las aceras donde se
encontraban.
Tras recorrer la calle Teniente Coronel Gautier y llegar al
cruce del Morro, la procesión expiró, apenas una hora más
tarde de la salida. Aún quedaba por cumplir con la última y
más importante etapa de la travesía: a las 19.30 horas
salían de Maestranza y aún quedaban muchos caramelos por
tirar. Bajaron de la carroza real, montaron en un Mercedes y
marcharon cuesta abajo en dirección al centro de la Ciudad.
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