El Gobierno y su mayoría absoluta en la Asamblea sacaron
ayer adelante el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU),
que se ha aprobado provisionalmente sin el respaldo de la
oposición, pero con la intención de conseguir su apoyo
durante el proceso de exposición pública de 60 días en el
que la consejera de Fomento, Susana Román, espera
“enriquecer” el documento con alegaciones y propuestas de
los grupos políticos antes de aprobarlo definitivamente. De
momento este plan urbanístico, que llega para sustituir al
de 1992, se aprobó ayer de forma inicial en un pleno
extraordinario y se remitirá a Madrid, donde tras recibir el
beneplácito del Ministerio de Fomento se publicará en el
Boletín Oficial del Estado. Se espera que sea a final de
agosto o principios de septiembre y a partir de ese momento
habrá 60 días para presentar alegaciones. Durante este
periodo y así lo recordó ayer Román se habilitará una
oficina de información en el Ceuta Center para los
ciudadanos que tengan dudas sobre cómo quedarán sus casas o
terrenos tras la aprobación del PGOU. Además, la consejera
anunció la intención de organizar unas jornadas para dar a
conocer el contenido del texto que estarán impartidas por el
Instituto de Estudios Ceutíes.
La consejera señaló que este PGOU se asentará sobre tres
ejes: flexibilidad, adaptabilidad y capacidad de respuesta.
Y es que, Román reiteró que no se trata de un proyecto sino
de un plan cuya vigencia se espera que sea de ocho años que
tiene que cubrir las necesidades urbanísticas que se
presenten durante ese periodo. Por ello, sobre el
presupuesto para hacer posibles actuaciones que contempla el
PGOU como la dotación de equipamiento deportivo, sanitario,
docente o socio-cultural, Román no se mostró preocupada y
apuntó que se irá concretando en distintos proyectos cuyas
fuentes de financiación pueden ser tanto públicas como
privadas.
La protección medioambiental es otra de las prioridades de
este plan según trasladó Román que señaló como en el PGOU se
corrije “un error” del plan del 92 y se aumenta la zona no
urbanizable del Monte Hacho. Además, explicó que se ha
incluido un informe de sostenibilidad ambiental en el plan
general para garantizar el futuro medioambiental.
Otro de los retos de este PGOU es aprovechar las ‘calvas’
urbanísticas que hay en el centro de la ciudad, es decir,
las zonas que no se han urbanizado de acuerdo al anterior
plan, como el caso del Patio Hachuel. Román dijo ayer que se
pretende hacer viables las promociones en estas zonas y
reducir así el problema de la vivienda.
No obstante, uno de los mayores desafíos es dar solución al
crecimiento incontrolado de barriadas como Príncipe Alfonso
o Recinto Sur donde proliferan viviendas sin licencia, una
asignatura pendiente de la que Román aseguró que se
encargará este plan, aunque desde la oposición se mostraron
escépticos. Y es que, tanto para Caballas como para PSOE
nada más el hecho de que el PGOU se haya debatido en agosto
responde a “un extraño sentido de la oportunidad” e incluso
adolece de “clandestinidad” para los localistas. Para el
PSOE, esto responde a un interés político del Partido
Popular cara a las próximas elecciones autonómicas.
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