A lo largo de su intervención en la inauguración de las
enseñanzas englobadas en “Extranjeros privados de libertad”
que se encuadran en los XXIII Cursos Internacionales de
Verano Ciudad de Melilla, respaldados por la Consejería de
Cultura y la Universidad de Granada, el ministro del
Interior, Jorge Fernández Díaz, analizó ayer la actualidad
del fenómeno migratorio y del sistema penitenciario español.
El político señaló que mientras que la inmigración legal es
positiva, y sobre todo de cara al futuro en España, también
indicó la necesidad de controlar la ilegal. Recordó las
últimas ayudas para Melilla como el aumento de dotaciones
policiales y de medios de disuasión o el alivio de la
presión en el CETI, sin dejar atrás la colaboración de
Marruecos y el incremento en dotaciones presupuestarias por
parte de la Unión Europea.
Fernández Díaz dejo claro que la inmigración no es un
fenómeno que afecte exclusivamente a Melilla y Ceuta por su
especial situación, sino que se extrapolará a nivel europeo
y mundial, como pudo comprobar recientemente durante su
participación en el G6, foro que reúne a los ministros de
Interior de los seis países más poblados de la UE más EEUU.
Se trata por tanto de un fenómeno que afecta al conjunto de
la UE y del mundo y señaló casos concretos como el que se
está produciendo en Rusia y Ucrania o las entradas de
inmigrantes ilegales por vía marítima a través de Lampedusa
en Italia, entre otros.
Fronteras exteriores
Al tratar el impacto de la inmigración en las ciudades,
Fernández Díaz recordó que tanto Melilla como Ceuta son
fronteras exteriores de la Unión Europea y de ahí la
insistencia ante las autoridades europeas de un tratamiento
especial para estas ciudades y de la necesidad que tanto los
partidos de izquierdas como los de derechas se aúnen para
tratar el fenómeno de la inmigración con el enfoque de
política de estado.
A su vez, calificó a los inmigrantes como víctimas de las
mafias criminales que se aprovechan de su “necesidad de
migrar”, ya que no lo hacen por capricho y por tanto “en la
mayoría de los casos se trata de auténticas víctimas de la
situación que les rodea”.
Fenómeno positivo
No obstante, incidió en que la inmigración legal es un
fenómeno positivo y sobre todo para países como España que
de seguir así en el año 2050 será el el tercer país con la
tasa de natalidad más baja del mundo.
Pero abogó por el control de la inmigración. “Si todos los
ciudadanos debemos ser iguales ante la ley, también es
lógico que las personas que lleguen nuevas a nuestro país,
la primera obligación que deben cumplir es entrar cumpliendo
la ley”. Para el político la inmigración debe ser tratada
con responsabilidad y alejada de toda demagogia, porque se
extiende a personas en situación normalmente de
desesperación que les lleva, en ocasiones, a situaciones de
violencia, de saltos masivos y de perturbación de la
convivencia normal y pacífica de los ciudadanos.
Indicó que en lo que va de año se han producido en Melilla
3.501 entradas irregulares un aumento muy considerable del
234% con respecto al pasado año y que se corresponden a más
de 10.000 intentos de asalto en lo que va de año entre Ceuta
y Melilla, “aunque sobre todo han sido en Melilla”.
Medidas de ayuda
El ministro indicó que la ayuda estatal se ha concretado en
un aumento de las dotaciones policiales, desplazando a
Melilla veinte grupos de módulos de intervención rápida para
apoyar a los miembros de la Comandancia de la Guardia Civil
y tres grupos de intervención de la Policía Nacional.
También se han reforzado las medidas de seguridad en el
vallado melillense con la instalación de 25.786 metros
lineales de malla antitrepa. Un instrumento de disuasión
pasivo que está demostrando su eficacia.
A su vez se ha aliviado, -dijo-, la sobresaturación
“insoportable” del Centro Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)
con traslados de numerosos inmigrantes a la Península y se
ha logrado un mayor grado de cooperación con Marruecos, “sin
cuya ayuda sería imposible controlar la presión migratoria”.
Citó además que se ha logrado un mayor compromiso de Europa
con una ayuda extraordinaria de 10 millones de euros.
Tras reiterar las palabras que acababa de pronunciar el
secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel
Yuste de que Melilla era un “trozo entrañable de España en
el norte de África”, el ministro del Interior, Jorge
Fernández Díaz, señaló que el sábado pudo comprobar, durante
su asistencia al acto de ruptura del ayuno, la relación
pacífica e incluso fraternal que se da en la ciudad entre
personas de distintas creencias, y “esa es la realidad de
Melilla”.
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