Entre tres y cuatro mil marroquíes, entre cinco y seis mil
según la Policía Nacional, se abalanzaron ayer contra la
cancela de entrada a España ubicada en la frontera del
Tarajal, en un intento de pasar en avalancha y por la fuerza
el citado paso, que los agentes de la Policía Nacional se
vieron obligados a cerrar ante la aglomeración de
porteadores que se concentraron en la zona conocida como
zona internacional.
Los agentes de la Policía Nacional se vieron obligados a
tener que utilizar botes de humo, principalmente, disparar
salvas y en algunos momentos hasta pelotas de gomas. Los
concentrados en la zona internacional, que controlan las
autoridades marroquíes, lanzaron contra los agentes piedras
(principalmente), maderas con clavos, tubos de hierro,
arrancados de las instalaciones de la aduana marroquí, que
sufrió importantes desperfectos, e incluso algunas armas
blancas. La frontera española también sufrió importantes
daños, sobre todo en la cancela
El balance de la batalla campal se saldó, según fuentes de
Delegación del Gobierno , con más de veintiocho agentes de
la Policía Nacional heridos, dos de ellos con lesiones
grave. El primero presenta una herida bastante profunda en
una mano de la que ha sido intervenido en el Hospital
Universitario, mientras que el segundo presenta lesiones en
una rodilla al recibir el impacto de una gran piedra. El
resto solo contusiones. Este periódico ha podido conocer que
el segundo ya se encuentra en su domicilio restableciéndose.
Aunque días atrás ya se habían registrado algunos problemas
en la frontera, ayer estos fueron a mayores y la
intermitencia por parte de las autoridades marroquíes para
permitir el paso del mercancías procedente del Biutz se
convirtió en el detonante para que los marroquíes, en su
mayoría porteadores, se concentraran ayer en la zona
conocida como internacional, unos 600 metros ubicados entre
las dos fronteras, intentando acceder a nuestro país en
avalancha.
La entrada de los porteadores hasta el polígono del Tarajal
se desarrollaba con normalidad y sobre las diez la mañana
las autoridades marroquíes decidieron no permitir el paso de
bultos, lo que provocó que se produjesen las primeras
aglomeraciones en la zona de paso del Biutz y, por ende, en
la de la frontera.
El paso
Hay que tener en cuenta que las autoridades españolas, tal y
como explicó el jefe superior de la Policía Nacional, van
permitiendo la entrada de porteadores en idéntico número que
van saliendo por el Biutz hacia Marruecos, algo que el jefe
superior reconoció que se hace a ojo. Esto es, que si pasan
quinientos porteadores con mercancías hacia el país vecino
por el Biutz, idéntico número acceden desde el mismo por la
frontera hacia el polígono del Tarajal. Esta labor necesita,
ante el gran número de personas que desean pasar, un trabajo
de ordenamiento, en el que ayer trabajaban en colaboración
Policía Nacional y marroquí.
Pasadas las diez y media de la mañana, según fuentes
policiales, y ya con casi tres mil porteadores concentrados
en la zona internacional, un capitán de la policía marroquí
fue agredido por los concentrados. Este salvó su vida
gracias a la rápida intervención de los agentes de la
Policía Nacional, los de la Unidad de Intervención Policial
(UIP) y los de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR).
Tras ello, los porteadores comenzaron a acercarse, cada vez
en mayor número a la cancela que da acceso a la frontera
española en una actitud bastante beligerante.
Los agentes de las dos unidades policiales, con el jefe
superior al mando, comenzaron a prepararse ante el inminente
intento de asalto a la zona y el intento de entrada
totalmente sin control hasta territorio española de los
porteadores.
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