El área afectada es de alto valor ecológico, y parte de ella
está incluida en la Red Natura 2000, protegida por la Unión
Europea, al tratarse de una Zona de Especial Protección de
Aves (ZEPA) y un Lugar de Interés Comunitario (LIC), según
informó ayer la consejera de Presidencia, Yolanda Bel. De
momento, las primeras estimaciones señalan que hay 35
hectáreas afectadas, pero el contorno sinuoso e irregular,
de topografía abrupta y con múltiples lenguas, hace que la
medición de la superficie exacta requiera de un detallado
trabajo de campo, que no puede terminar de realizarse hasta
que el terreno esté fresco, según explicaron los biólogos de
Obimasa. Lo que ya se conoce que se ha perdido es una ladera
de monte que había sido reforestada desde hace años por esta
sociedad municipal.
El fuego se originó en una zona del Arroyo de Calamocarro
conocida como Huerta Serrano o Las Cochineras y se propagó
rápidamente en dirección sur y sureste, pese a que las
pistas estaban limpias y actuaban como cortafuegos, según
destacó Bel después de que Los Verdes denunciaran que no se
había hecho el desbroce adecuado. Las llamas se extendieron
por La Lastra y la carretera autonómica Nº 2 y se propagaron
por el Barranco de la Misericordia, la Fuente de los
Generales y el área de Aranguren y Loma Entre Fuertes,
alcanzando la ladera norte del Monte de Anyera.
En estos lugares destacan las masas mixtas de repoblación de
pinos (carrasco, piñonero y californiano) y eucaliptos, así
como matorrales tanto de autóctonas (jaral brezal, ergenal)
como exóticas (acacias). También abarca formaciones de
vegetación de ribera (sauceda, espinales, zarzal, helechar)
y ha afectado, aunque en menor medida, a los alcornocales,
en formación mixta con acebuches, majuelos y espinos.
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