El grupo socialista instó ayer al Gobierno a garantizar que
todas las prestaciones públicas de carácter social se
gestionarán de forma directa por los servicios dependientes
de la Consejería de Asuntos Sociales y, además, a
incrementar la plantilla de este área que se encuentra
saturada. Los socialistas llevaron al pleno esta propuesta
en forma de moción de urgencia ante sus temores de que la
Ciudad quiera privatizar las prestaciones sociales dejando
su gestión a terceras entidades y así lo trasladaron ayer.
Dudas que llegan después de que la consejería haya
encomendado, a través de convenios, a otras entidades que se
encarguen de otorgar prestaciones como ayudas al alquiler,
luz o agua.
Sin embargo, la consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed,
defendió esta fórmula como la “más eficaz” para hacer que
las ayudas lleguen de forma ágil a las personas con
necesidades. Mohamed explicó que “no se puede contratar a
más personal” y que tampoco puede quitarle trabajadores
sociales a otras consejerías. “Lo valoramos pero no era una
opción” y por ello aclaró que se pensó en utilizar los
convenios para canalizar ayudas y dar una solución “más
ágil”.
La consejera también apuntó a que se ha incrementado el
número de citas y el horario de atención. Un dato que no
convenció al portavoz socialista, José Antonio Carracao, que
recriminó a la consejera que aumente el número de citas “a
costa de los trabajadores”. Además, señaló que atender a más
personas “significa que se ampliará la demora porque tampoco
hay más capacidad para resolver los expedientes”.
Carracao insistió en que para el correcto funcionamiento y
mejora en la calidad asistencial, hay que dotar con más
personal a Servicios Sociales y propuso que se saquen plazas
para traslado interno y que concurran los trabajadores
libremente. El socialista también mostró su preocupación por
la declaraciones de Mohamed, apostando por los convenios
para gestionar prestaciones sociales.
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