Aunque el presidente de la Ciudad ya hizo el lunes un avance
de la posición del Ejecutivo, fue el portavoz del Gobierno,
Emilio Carreira, el encargado de dar todos los detalles y
las opiniones sobre el auto de sobreseimiento provisional
del, según dijo, “mal llamado Caso Urbaser”.
Todo respondió al guión previsto, aunque la comparecencia de
Carreira tuvo una notable diferencia con respecto a la del
presidente Juan Vivas. El portavoz fue más prudente y aunque
arremetió contra el líder de los socialistas ceutíes, no
hizo lo mismo contra EL PUEBLO DE CEUTA, medio de
comunicación al que evitó durante todas sus declaraciones.
Ya indicó en su arranque que lo que se trataba en su
comparecencia era “hacer una valoración más sosegada” y
definió la situación del Gobierno “de auténtica
tranquilidad, que se corresponde con toda la que ha existido
durante todo este tiempo antes de que se produjese el auto”.
El Ejecutivo de Vivas no ha cambiado “y no estamos ni más ni
menos nerviosos que antes”.
Carreira estableció la diferencia, para ir trenzando lo que
al final sería su rueda de prensa, en el número de las
ofrecidas por el secretario de los socialistas “que las
nuestras”, en las que siempre hemos transmitido a la
población “la tranquilidad que tenía el Gobierno por las
cosas bien hechos y que al final esto se aclararía desde el
punto de vista judicial”, hasta el punto que recordó que
siendo vicesecretario de comunicación del PP ya dijo que el
“que tenga dudas que se vaya al Juzgado” y que Carracao lo
llevó a la Fiscalía.
El portavoz del Gobierno dejó claro que fue desde el
Ejecutivo desde el que se invitó a Carracao a poner el
asunto en manos de la Justicia, ya que, según afirmó, “que
deje usted de decir estas cosas, de irregularidades y de
cosas raras y de que esto se parece a una malversación de
fondos públicos y si tiene alguna duda”, el Gobierno no
tenía ninguna, “nada más que aquello era otra Carracada, eso
fue lo que dije, váyase al Juzgado”.
A raíz de esto y durante todo este tiempo, según el
portavoz, “el Gobierno ha tenido que soportar la presunción
de culpabilidad”, algo que para Carreira no sólo atenta
“contra la democracia en sí, si no contra la esencia de
nuestra manera de entender las cosas”.
Fueron muchos, para el Gobierno ceutí, los que no respetaron
el principio de presunción de inocencia, “aplicándonos la de
culpabilidad”.
Carreira alegó que el Ejecutivo se puso a disposición de
todo el mundo “para dar cuantas explicaciones y aclaraciones
fuesen necesarias” para que todo el mundo tuviese las ideas
claras de lo que pasó con el contrato, además de llegar a
conclusiones ciertas y “las decretó y las hizo públicas”.
Estas arrojaron como resultado que en el caso del contrato
de Urbaser “no se había producido irregularidad”, agregando
que procedía reclamar, como consecuencia de la liquidación
del contrato, “una serie de cantidades a Urbaser, que se
cifraban en torno a 5 millones de euros” y que, además, ese
era el momento de reclamar. En este sentido, la Ciudad había
retenido 7 millones en certificaciones a la empresa.
Un grupo de técnicos realizó un estudio de la cuestión, dijo
el portavoz, cuyas conclusiones se condensó en un informe
del interventor, “quedando las cosas claras, aunque no
aceptadas por los que defendían las tesis contrarias”, que
decían que el interventor también estaba corrupto. “Todo el
que no estuviera de acuerdo con esas tesis, estaba
corrupto”.
Carreira se preguntó por el motivo de porqué no hicieron
caso a todos los informes, “insistiendo en que el Gobierno
ocultaba cosas” ¿Qué había detrás?. Para el portavoz,
“alguien quiso abrir una causa general contra el Gobierno de
Vivas”. Carreira matizó que para llevar a cabo la acción
denunciada había “personas, grupos organizados y
responsables políticos, que habían unido sus fuerzas por
intereses comunes”.
“No buscaban mejorar el servicio” solo lo hacían para
mejorar las posiciones individuales que de partido tenían” y
para eso “había que decir que la seña de identidad del
Gobierno “era la corrupción”.
¿Dónde se ha quedado? se preguntó el portavoz, “nada más que
en miles de palabras, ríos de tinta escritas al respecto
¿qué ahora para que sirven”, apostilló el portavoz.
Según Carreira, cada cual puede seguir manteniendo “sus
posicionamientos, aunque si alguien cree en el Estado de
Derecho tendrá que reconocer que en algo se ha equivocado”.
El portavoz del Gobierno volvió a la carga contra el
secretario general de los socialistas, “que ahora dice que
me alegro muchísimo de que esto haya terminado así”.
Carreira ironizó en ese sentido y alegó que lo que Carracao,
aunque evitaba pronunciar su nombre, “lo que estaba deseando
es que Vivas acabara imputado y medio Gobierno suyo acabase
en el banquillo de los acusados, condenados por
prevaricación y por malversación de fondos públicos”.
Mucho deseo
Y para el portavoz del Gobierno lo “ha deseado tanto que en
una comparecencia de prensa dijo que los viajes que el señor
Vivas hacía a Madrid eran para amañar con los de Urbaser el
precio que iba a aparecer en el decreto de reconocimiento de
que firmé”.
Carreira aprovechó lo dicho para desvelar que “jamás se
reunión con responsables de Urbaser. Otra mentira más del
señor Carracao”.
El responsable político reconoció que en el Gobierno “no
somos perfectos ni pretendemos dar lecciones a nadie de que
somos el sello de la perfección. Pero de ahí, a todo lo que
se ha dicho y escrito hay una soberana diferencia por la que
alguien tendrá que responder”.
De acuerdo con Carracao
Con lo que si se mostró de acuerdo con el socialista
Carreira es que “con esto no se termina el mal llamado caso
Urbaser”. Nunca hubo ningún caso, éste, a juicio del
portavoz, se lo “inventaron algunos haciendo informes, en
algún caso - refiriéndose al técnico que elaboró el primer
informe-, que luego ha sido corregido por otros con más
fundamentos técnicos que al que dio lugar a la primera
noticia que tanto escandalizó a Carracao”.
Para Carreira ahora es cuando empieza el caso, pero al
revés, porque es ahora “cuando alguien tendrá que explicar
todas las cosas que ha dicho y en que lo ha fundamentado. Lo
tendrá que explicar Carracao, más allá de que está un
poquito descerebrado políticamente y que tiene unas ganas”
enormes de terminar en la Presidencia del Gobierno de Ceuta.
El portavoz lanzó un aviso a navegantes cuando dijo que el
que “ha dicho que este es un Gobierno de corruptos, de
prevaricadores”, tendrá que dar cuenta de sus afirmaciones,
“se llame como se llame, porque ha quedado acreditado que no
es cierto”, concluyó el portavoz del Gobierno de la Ciudad.
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