El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, recalcó ayer ante los
intentos de asaltos masivos de inmigrantes en las ciudades
de Ceuta y Melilla que ni la UE ni ninguno de sus estados
pueden permitir entradas ilegales, y ha reiterado su defensa
de cooperar con los países origen y tránsito de esa
inmigración. Rajoy fue preguntado por los periodistas por
esos asaltos masivos y por la posibilidad de que se regulen
las denominadas “devoluciones en caliente” al término de la
IV cumbre UE-África, que se ha celebrado en Bruselas. El
presidente del Gobierno se limitó a señalar que la
inmigración ilegal no es aceptable y subrayó que lo más
importante para solucionar el problema es generar unas
condiciones de vida que permitan a todas las personas vivir
dignamente en su país. Si eso no es así, ha calificado de
inevitable que la gente quiera huir de su país porque su
primera prioridad es vivir y eso es entendible por todos.
“Pero una cosa es eso y otra que se pretenda entrar
ilegalmente en la Unión Europea, porque eso no lo puede
permitir la UE ni lo permite ningún país”, precisó.
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