Desde hace varias semanas, las previsiones de nuevas
avalanchas e intentos de entradas ilegales por parte de
subsaharianos desde Marruecos a Ceuta ha mantenido a las
fuerzas y cuerpos de seguridad tanto de España como de
Marruecos en alerta. La pasada madrugada del martes, pese a
la humedad y el frio reinante, las condiciones de escasa
luminosidad por ser una noche sin luna, hacía presagiar que
estos inmigrantes intentarían llegar a España.
Las informaciones y los datos barajados por los cuerpos y
fuerzas de seguridad de ambos países coincidían, y la
madrugada del martes era la escogida para intentar el asalto
a la frontera del Tarajal.
Pocos minutos después de la media noche, hasta el paso
fronterizo del Tarajal se desplazaban cerca de una veintena
de vehículos de la Guardia Civil, de los cuales siete se
ubicaban en el mismo perímetro fronterizo con las luces
encendidas, así como numerosos efectivos que se preparaban
con cascos y escudos por si fuera necesario repeler un
ataque masivo y violento por parte de los subsaharianos.
Aunque en las primeras horas de la madrugada se vivieron con
cierta calma, la tensión se podía palpar. Mientras los
efectivos españoles tomaban posiciones y se preparaban ante
un eventual intento masivo de entradas de inmigrantes, los
agentes marroquíes también hacián lo propio y taponaban
posibles accesos sus vehículos y encendían las luces para
alertar al grupo de inmigrantes que conocían perfectamente
sus intenciones y que les estaban esperando. Pero esto
finalmente no sirvió como método disuasorio ya que los
subsaharianos siguieron con su plan.
Los minutos y las horas iban pasando segundo a segundo,
mientras la alerta se intensificaba. Cada vez eran más los
agentes marroquíes los que se personaban en el perímetro
fronterizo para reforzarlo y estar preparados ante una
avalancha que sería inminente y agresiva, según fuentes
oficiales, ya que habían localizado un numeroso grupo de
inmigrantes, formado aproximadamente por unos 1.500
subsaharianos, que se estaba conformando en la zona boscosa
cercana a la frontera.
Sobre las 3.30 horas, cuando el frío arreciaba, comenzaron a
verse los movimientos de linternas por los montes cercanos a
la frontera. Los subsaharianos habían empezado su marcha y
se preveía que alrededor de las 5.00 horas intentarían el
asalto a la frontera. Las fuerzas y cuerpos de seguridad de
ambos países comenzaban a tomar posiciones y unos minuos
antes de que dieran las cinco de la madrugada comenzaron a
sonar las sirenas de todos los vehículos policiales
marroquíes a las que se unieron las de los vehículos de la
Guardia Civil, quedando cerrada en ese mismo instante la
frontera.
Pero no fue hasta las 5.15 horas cuando un grupo de algo más
de trescientos subsaharianos bajaban corriendo, gritando,
armados con palos y piedras y en grupo por una de las
colinas cercanas al paso fronterizo, logrando zafarse de
cada uno de los controles que Marruecos había activado hasta
que se llegó a las inmediaciones del paso del Biutz donde
fueron repelidos con contundencia ante la agresividad que
mostraba el grupo de subsaharianos.
Una vez controlado el grupo de inmgrantes, que en varias
ocasiones intentó sin éxito plantar cara a las autoridades
marroquíes, se pudieron escuchar gritos en francés de
‘libertad’ mientras permanecían custodiados en un pequeño
descampado cercano a la valla.
En ese mismo instante, por la zona más cercana a donde se
realiza la ITV, otro grupo de otros trescientos
subsaharianos aproximadamente era detectado y disuelto por
los agentes marroquíes antes de que lograran acercarse hasta
la alambrada, lográndose así frustrar el primero de los dos
intentos de asaltos que Ceuta vivió en la madrugada de ayer,
ya que la segunda intentona fue alrededor de las 8.00 horas,
lo que provocó que nuevamente se cerrara el paso fronterizo
hasta que fueron repelidos, recuperándose la normalidad en
la zona pasadas las 8.30 horas aproximadamente.
El de la pasada madrugada del martes, ha sido uno de los
intentos de asaltos más númerosos de los que ha venido
sufriendo Ceuta aunque finalmente ningún subsahariano
lograra su objetivo gracias a la colaboración entre las
fuerzas y cuerpos de seguridad de España y Marruecos que
supieron controlar una situación bastante peligrosa y
complicada.
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