Como adelantó este periódico en su edición de ayer, un
numeroso contingente de inmigrantes subsaharianos intentó
asaltar la frontera del Tarajal lo largo la madrugada de
este martes, y así lo confirmó ayer la propia Delegación del
Gobierno. Finalmente, la cifra subsaharianos que intentaron
a entrar en Ceuta de manera irregular alcanzó los 1.200,
aunque la Delegación elevó la cifra por encima de los 1.500.
Desde primera hora de la madrugada de este martes (01.30
horas), los agentes de la Guardia Civil avistaron varios
grupos de inmigrantes en las inmediaciones del perímetro
fronterizo, movilizando ante esta situación a los GEAS, el
Servicio Marítimo, los GRS, Cuerpo Nacional de Policía,
Policía Local, 112, Salvamento Marítimo y Cruz Roja que se
desplazan a la zona en previsión de un asalto masivo.
Incluso el Delegado del Gobierno, Francisco Antonio Gónzález
Pérez se desplazo hasta el paso fronterizo para seguir en
primera linea todo lo que iba sucediendo.
Primer asalto
En ese momento se optó por cerrar la frontera a cal y canto
para evitar mayores complicaciones. Posteriormente, sobre
las 04.00 horas se detecta como un grupo de unas 1.200
inmigrantes se aproxima hacia nuestra frontera,
distribuyéndose en dos grupos; el primero de unos 300 en la
zona próxima al puente del Tarajal 2 y el segundo, compuesto
por 400 personas, que son interceptadas entre la zona donde
esta ubicada la ITV y el puente del Biutz.
Ambos grupos son controlados por la Guardia Civil y por las
Fuerzas de Seguridad marroquíes, que ya con anticipación
habían desplegado a un número importante de efectivos en la
zona. Durante dos horas y media se prolongaron las acciones
de intento de acceso que fueron repelidas por un centenar de
agentes de la Guardia Civil (efectivos de Seguridad
Ciudadana de la Comandancia de Ceuta y dos módulos del GRS
de Sevilla) apoyados por 14 agentes de la Policía Local. Por
su parte los marroquíes desplegaron a 200 agentes de sus
Fuerzas de Seguridad.
Los restantes 500 inmigrantes que formaban un tercer grupo,
desistieron en su intento, al corroborar la imposibilidad de
acceso.En ese instante, sobre las 6:30 horas se reabrió la
frontera.
Segundo intendo
Tres horas más tarde, a las 08.00 horas, unos 450
subsaharianos vuelven a intentar, sin éxito, entrar al
asalto por la zona del Tarajal 2. En esta ocasión los
inmigrantes fueron controlados por la FAR marroquíes,
mientras que la Guardia Civil vigilaba todo el perímetro
fronterizo y agentes de la UIP del Cuerpo Nacional de
Policía se apostaban en las instalaciones fronterizas.
Fuentes de la Delegación del Gobierno alabaron “la buena
coordinación” policial de los agentes de ambos países.
A esta hora y ante la nueva intentona, de nuevo se optó por
cerrar la frontera que sería reabierta de modo definitivo
cerca de las 9 horas de este martes, permitiendo también el
acceso a los polígonos del Tarajal, bloqueados desde el
primer intento y durante toda la madrugada. Como
consecuencia de estos intentos masivos de entrada tres
agentes de la Benemérita han resultado con heridas leves de
diversa consideración.
Versión marroquí
Por su parte, las autoridades de Marruecos confirmaron ayer
que han impedido a cerca de “850 emigrantes en situación
irregular” la entrada en la ciudad española de Ceuta desde
el país magrebí en las últimas horas.
En un breve comunicado, la Wilaya (gobierno local) de
Tánger-Tetuán señala que los emigrantes fueron interceptados
“gracias a la vigilancia de las fuerzas del orden y al
dispositivo de seguridad previamente desplegado en el
lugar”.
Heridos leves
Fuentes del Ministerio de Sanidad en la ciudad de Tetuán,
capital de la región, explicaron que varios inmigrantes,
supuestamente subsaharianos, resultaron heridos leves y
fueron trasladados al hospital Hasan II de Castillejos, pero
no ofrecieron más detalles. Tampoco en el hospital quisieron
ofrecer información. El resto han retornado a los montes
cercanos.
Presión migratoria
El pasado jueves, el portavoz del Gobierno, Mustafa al Jalfi,
atribuyó la presión migratoria sobre Ceuta y Melilla al
hecho de que Marruecos haya “cerrado sus fronteras
marítimas” al paso de las pateras hacia España.
Según Al Jalfi, estos esfuerzos han logrado reducir en un 95
% la salida de pateras en los últimos diez años, hecho que
ha multiplicado la presión terrestre sobre las dos ciudades
españolas.
Las organizaciones pro derechos humanos y de apoyo a los
emigrantes aseguran que en los últimos meses los
subsaharianos detenidos en las inmediaciones de Ceuta y
Melilla ya no son expulsados hasta las fronteras con
Argelia, como era habitual, sino que son conducidos a
ciudades marroquíes del sur.
Sin embargo, una gran parte de ellos vuelve a dirigirse a
las fronteras con las dos ciudades a la espera de un momento
más propicio para dar el salto.
Marruecos ha cifrado el número de inmigrantes ilegales en su
suelo entre los 25.000 y los 40.000 y ha abierto un periodo
excepcional de regularización durante todo 2014; en los dos
primeros meses del año, algo más de 12.000 han presentado
sus solicitudes, según el Consejo Nacional de Derechos
Humanos.
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