Los ministros europeos de Interior tratarán hoy las
presiones migratorias que sufren los socios del sur de la
Unión Europea (UE) como España, con vistas a evitar que se
repitan tragedias como la de Ceuta.
El ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, se
reunirá en los márgenes del encuentro con la comisaria
europea de Interior, Cecilia Malmström, para abordar lo
ocurrido en Ceuta, tras los comentarios de la responsable
europea que apuntaban a que el uso de pelotas de goma por
parte de la Guardia Civil podría haber ocasionado el pánico
entre los inmigrantes.
Malmström se declaró “muy preocupada” por el uso de este
material disuasorio y pidió explicaciones a España en una
carta dirigida a Fernández Díaz.
El titular español respondió a la comisaria el pasado 20 de
febrero para incidir en la necesidad de abordar el fenómeno
de la inmigración “desde el más amplio compromiso de las
instituciones comunitarias”.
Fuentes del Ministerio de Interior apuntaban a que España
había solicitado apoyo a la UE para luchar contra la
inmigración, pero la Comisión Europea aseguró que no se
había realizado ninguna petición oficial en este sentido.
La ayuda europea que podría recibir España es principalmente
económica, según indican fuentes comunitarias, que tampoco
descartan algún tipo de apoyo de la Agencia de Control de
Fronteras Exteriores (Frontex).
Fernández Díaz también recalcó en su carta a la comisaria
que “la gestión de las fronteras y el mantenimiento del
orden público es competencia de cada Estado miembro”.
Bruselas reconoce que son los Estados miembros los que
tienen la responsabilidad sobre la vigilancia de las
fronteras externas, pero recalca que cualquier medida debe
ser proporcionada y respetar los derechos fundamentales y el
principio de “no devolución”.
El Ejecutivo comunitario no es partidario de las llamadas
“devoluciones en caliente”, una práctica para retornar de
forma inmediata a Marruecos a los inmigrantes cuando llegan
a España, que suele seguirse pese a no estar recogida
oficialmente en la normativa actual.
España y Marruecos sí mantienen desde 1992 un acuerdo de
readmisión, que entró en vigor en 2012 y facultaba a las
autoridades españolas a devolver a Marruecos en un plazo de
diez días a quienes hubieran entrado clandestinamente en
España desde ese país.
Desde la UE se baraja desde hace tiempo la posibilidad de
firmar un acuerdo de readmisión con Marruecos, así como la
facilitación de visados.
El debate que mantendrán el lunes los ministros europeos de
interior sobre la presión migratoria tendrá un enfoque
general y no se centrará en exclusiva en la tragedia de
Ceuta o en las llegadas de inmigrantes de los últimos días a
Melilla, que los Veintiocho consideran una cuestión
bilateral de España.
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