La presión migratoria sobre Ceuta aumenta cada día, aunque
no alcanza la intesidad sufrida en Melilla. La Ciudad
Autónoma ha vivido en las últimas horas cómo se ha
incrementado la presión migratoria, con varios intentos de
entrada en la ciudad de grupos de inmigrantes subsaharianos
que han saltado la valla o han tratado de entrar a nado.
Ayer domingo sobre las 13:30 horas, tres subsaharianos de
origen subsahariano lograron entrar este en Ceuta tras
saltar el doble vallado del perímetro fronterizo de la
ciudad autónoma por la zona central de sus 8,2 kilómetros de
longitud, un espacio que permanecía impermeabilizado desde
2005, cuando se recreció a su altura de tres a seis metros y
se instalaron los alambres con cuchillas “disuasorios”.
Los tres inmigrantes lograron saltar la valla con éxito,
aunque uno de ellos quedó enganchado en los alambres y
sufrió varias heridas, por lo que fue trasladado al Hospital
Universitario donde se le practicó varios puntos de sutura
en el quinto dedo de la mano derecha, además de observarle
múltiples erosiones y contusiones. Además se le administró
la primera dosis de la vacuna antitetánica, siendo
trasladado posteriormente al CETI junto a los otros dos
subsaharianos.
Por otra parte, durante la madrugada de este domingo también
se han registrado diferentes intentos de entrada en Ceuta,
todos ellos por la vía marítima, que no han concluido
satisfactoriamente para las intenciones de los
indocumentados.
Un grupo de doce inmigrantes, todos ellos subsaharianos,
trataron de pasar ayer a nado las dos fronteras de Ceuta
prácticamente al mismo tiempo, pero todos ellos han sido
rechazados por la policía de Marruecos sin alcanzar la costa
española.
Por un lado, 6 subsaharianos se lanzaron al agua en las
inmediaciones de la frontera de Benzú y otros seis más lo
hicieron al mar por las cercanías de la frontera del
Tarajal.En los dos casos los inmigrantes fueron detenidos
por la Gendarmería marroquí, que impidió que los doce
inmigrantes alcanzaran las aguas españolas.
Además, las autoridades marroquíes interceptaron una
embarcación en la que once inmigrantes, también de origen
subsahariano, se dirigían hacia la ciudad autónoma a través
de la bahía sur de Ceuta.
Estos intentos se han producido después de que en la noche
del viernes al sábado, otro grupo de unos 40 inmigrantes
subsaharianos protagonizara un intento de entrada por la
frontera de Benzú, en el que cuatro indocumentados sí
lograron salvar a nado el espigón fronterizo norte, ubicado
entre la barriada ceutí de Benzú y la localidad marroquí de
Beliones, y adentrarse en aguas jurisdiccionales españolas,
donde los inmigrantes fueron rescatados por la Guardia Civil
y trasladados a Comisaría para su posterior ingreso en el
Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
De acuerdo con el relato de la Delegación del Gobierno,
estos cuatro subsaharianos formaban parte de un grupo de
“unos 40 indocumentados” que intentó, a la carrera, salvar
la vigilancia fronteriza de un paso cerrado al tránsito de
personas o vehículos y que sólo pueden atravesar personas
con permisos especiales para trabajar en las conducciones
que traen agua marroquí a Ceuta, visitar el cementerio
musulmán de Beliones o acudir al colegio público español de
Benzú.
Los cuatro inmigrantes, todos ellos jóvenes subsaharianos,
fueron trasladados a las dependencias policiales para su
posterior ingreso en el Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes (CETI).
La entrada es la primera que se produce mediante esta
táctica desde que el pasado día 6 de febrero lo intentaron
unos 250 inmigrantes subsaharianos, falleciendo 15 de ellos
ahogados.
Delegación del Gobierno en Ceuta estima que en el norte de
Marruecos, en zona próximas a Ceuta acampan entre 1.500 y
2.000 inmigrantes subsaharianos, por lo que estos conatos de
entrada van a ser “la tónica”, por lo que la Guardia Civil y
la Policía Nacional mantienen una situación de alerta en el
paso fronterizo.
Desde la Delegación del Gobierno también se ha insistido en
la “magnífica colaboración” que está prestando Marruecos en
el control de la inmigración ilegal.
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Los últimos asaltos de inmigrantes supone un cambio de
táctica de los protagonistas
Los asaltos de este fin de semana
por la zona central del perímetro fronterizo y por la
frontera de Benzú supone un cambio de táctica de los
protagonistas, que habrían determinado la conveniencia de
utilizar otros pasos su puerta de entrada en la ciudad. La
frontera de Benzú, situada en la costa norte de la ciudad,
no es un paso oficialmente permitido para el tránsito de
personas ni vehículos puesto que por esta aduana únicamente
se permite el acceso a la ciudad de las personas que residen
en la población fronteriza de Beliones. Se trata de un
núcleo de población situado junto a la frontera cuyos
aproximadamente 500 residentes disponen de un permiso para
acceder por este puesto teniendo en cuenta la dificultad y
la distancia con el otro paso -unos siete kilómetros- del
Tarajal, que es el único oficialmente permitido para
franquear la frontera.La entrada por la aduana de Benzú
está, por tanto, restringida y, por consecuencia, con menos
presencia policial ya que la vigilancia de agentes de la
Guardia Civil es mínima en esta zona. Para llegar hasta
Beliones la dificultad estriba en los montes situados detrás
de este núcleo de población situado junto al borde costero y
de complicado acceso. Según han informado fuentes
policiales, los inmigrantes quizás han sopesado la menor
presencia de agentes en esta frontera para intentar la
entrada en lugar de hacerlo por donde es habitual: por la
frontera del Tarajal. Lo cierto es que la Guardia Civil no
descarta que los inmigrantes puedan estar pensando en
asaltar simultáneamente las dos fronteras o explotar esta
nueva vía de Benzú, por lo que se han incrementado las
medidas de control en las últimas horas.
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