ACTUALIDAD - MARTES, 18 DE FEBRERO DE 2014

CEUTA
El Pueblo
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Los policías agrupados en la Unión Federal de la Policía (UFP) han lanzado un llamamiento en el que piden ayuda “para afrontar la brutal presión migratoria” en Ceuta y Melilla, ya que afirman estar “totalmente desbordados”.

Una prueba más de la gravedad de la situación es lo sucedido a las 6 de la mañana de ayer lunes, cuando más de 100 inmigrantes saltaron la valla fronteriza de Melilla aprovechando el relevo de la Guardia Civil.

El portavoz del sindicato policial, Serafín Giraldo, teme que en los próximos días el salto a la valla que se ha producido hoy en Melilla “pueda convertirse en una rutina”. “No estamos preparados para hacer frente a ese reto. Aquí todo el mundo se lava las manos: Marruecos, las ONG... pero los que tenemos el problema somos los policías y los guardias civiles”, asegura Giraldo.

Implicación de Europa

Desde la UFP también reclaman una mayor implicación de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) porque Ceuta y Melilla “no tienen ni infraestructuras ni medios” para aguantar esta presión migratoria. “Europa cierra los ojos, pero la situación es desesperada. Pedimos ayuda a Europa porque esto no es sólo un problema de España sino de la Unión Europea”, se lamenta el portavoz del sindicato policial.

A su juicio, la Ley de Extranjería es ineficaz porque no está concebida para dar salida a llegadas de inmigrantes tan numerosas. “Los trámites burocráticos se eternizan y muchas veces no podemos expulsar a los inmigrantes porque no tienen documentación o porque su país de origen está en guerra”, declara Giraldo.

A todo ello hay que sumar la inseguridad jurídica que se ha creado en las Fuerzas de Seguridad ante las versiones contradictorias de los distintos miembros del Gobierno tras el intento de entrada masiva en Ceuta, que se saldó con la muerte de 15 subsaharianos ahogados.

Un total de 23 de ellos que logró pisar territorio español fue devuelto a Marruecos en caliente. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, argumentó que no se podía considerar que habían entrado en España porque no habían rebasado el cordón de la Guardia Civil, y, por tanto, no se les aplicó la Ley de Extranjería. Sin embargo, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, corrigió a Interior y manifestó que la ley sí que se aplica, pero “con deficiencias”.

Vigilancia especial

La Guardia Civil y la Policía Nacional mantienen desde ayer una vigilancia especial en la frontera ante la posibilidad de que se puedan producir nuevas avalanchas de inmigrantes.

La vigilancia se lleva a cabo ante los datos de que en el entorno de la frontera ceutí hay miles inmigrantes subsaharianos a la espera de entrar ilegalmente en la ciudad y que en cualquier momento se puede repetir un asalto masivo, han informado fuentes policiales.

En los últimos días no se han advertido acercamientos de inmigrantes al vallado fronterizo, lo cual se relaciona directamente con los sucesos producidos el pasado día 6.
 

Unos 150 inmigrantes logran entrar en Melilla

Unos 150 inmigrantes de origen subsahariano conseguieron entrar ayer en Melilla tras superar la valla fronteriza que separa la ciudad autónoma de Marruecos en uno de los asaltos más multitudinarios desde 2005, cuando en un solo intento lograron saltar la valla más de 350 inmigrantes de los 700 que lo intentaron. Aunque inicialmente se había cifrado en medio centenar el número de inmigrantes que había saltado la valla, la Delegación ha confirmado que han sido más de 150 los que lo han logrado, mientras que otro centenar no lo ha conseguido y ha quedado custodiado por la policía marroquí. El asalto ha tenido lugar a las 6.30 horas en Villa Pajares, entre los pasos fronterizos de Barrio Chino y Beni-Enzar. Los inmigrantes, al acceder, se dividieron en dos grandes grupos escapando de las fuerzas de seguridad, después de despojarse de sus camisetas para hacer más difícil sus detenciones. Muchos de ellos se dirigieron directamente al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) donde, al querer entrar en masa y haciendo uso de la fuerza, rompieron la barrera de acceso de los vehículos, sin que los vigilantes pudieran contenerlos. Con la entrada masiva de hoy, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) acoge a alrededor de mil inmigrantes en estos momentos, más del doble de su capacidad máxima, que es de 480 plazas. Durante el asalto, ningún guardia civil ha resultado herido. Cinco inmigrantes han tenido que ser atendidos en el Hospital Comarcal por contusiones o esguinces, pero ninguno por cortes.