El ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz,
lamentó ayer la muerte de los inmigrantes subsaharianos que
pretendían llegar a nado a Ceuta y atribuyó el aumento de la
presión sobre las ciudades españolas norteafricanas a los
avances en la lucha contra la inmigración ilegal por vía
marítima.
“Se cierra una vía de acceso y se abre otra, lo que genera
que la presión de la inmigración ilegal sobre Ceuta y
Melilla se haya intensificado”, manifestó Fernández Díaz,
quien asistió ayer en Cracovia, en el sur de Polonia, al
encuentro de los responsables de Interior de los países más
grandes de la UE y de Estados Unidos. El titular español de
Interior subrayó la que “la colaboración de las autoridades
marroquíes en la lucha contra la inmigración ilegal es
extraordinaria”, aunque eso no impide que se produzcan
situaciones como la vivida hoy en la frontera
hispano-marroquí en Ceuta, algo que “lamentamos
profundamente”, dijo.
La inmigración ilegal y las mafias que trafican con personas
han sido dos de las cuestiones tratadas durante el encuentro
del denominado G6.
En este foro España ha recordado que la lucha contra la
inmigración irregular por vía marítima se ha visto
notablemente reforzada, lo que hace que “se cierre una
puerta y se abra una ventana”.
Además, a la tradicional inmigración subsahariana se suman
las migraciones fruto de la inestabilidad creada por la
Primavera Árabe y de los desplazados por el conflicto bélico
de Siria, que no pueden salir por vía marítima e intentan
hacerlo por vía terrestre, añadió.
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