El Tarajal se ha convertido en la tierra ‘prometida’ para
muchos porteadores que llegan cada día a Ceuta esperando
pasar bultos con los que ganar buenas comisiones. Si antes
por una manta se cobraba alrededor de cincuenta céntimos,
ahora el beneficio puede llegar a los cuatro euros. Y esto
ha provocado un efecto llamado, según advierten de que los
comerciantes de la zona. “Donde antes había mil, ahora hay
cinco mil personas, pero no hay manera de que puedan sacar
la mercancía y nosotros tenemos los almacenes más llenos que
nunca”. Así hablaba ayer uno de los trabajadores del
polígono del Tarajal, indignado por una situación que
aseguraba no entender.
Los problemas que ha habido en la frontera durante los
últimos días y la dificultad para pasar hasta Marruecos ha
disparado las comisiones, pero también ha fomentado que las
mafias tomen el control de la zona y así lo denuncian los
comerciantes. “Cuanto más se cierre el polígono más mafia va
a haber”, explicaba uno de ellos. Los trabajadores ilegales,
a los que los empresarios conocen como ‘chipichangas’ y se
les reconoce por una franja naranja, colaboran con la
Policía Nacional para hacerles de traductores e ir colocando
las vallas. Pero según manifiestan los comerciantes también
se aprovechan de su situación para “colar” a los porteadores
previo pago de una “comisión”.
Para los trabajadores del Polígono, la solución sería que el
Biutz o el Tarajal II cuando empiece a funcionar no
estuviera sujeto a un horario. “Si abrieran el paso todo el
día, no se concentraría la gente, iría bien y nosotros
podríamos sacar la mercancía de nuestros almacenes”.
Una de las propietarias del Tarajal, cuya nave se encuentra
al lado de la entrada al Biutz, calificaba la situación de
“horrorosa”. “Los porteadores esperan una y dos horas para
pasar, por no decir toda la mañana, porque los chipichangas
van colando a quienes les dan dinero”. Según contaba, la
Policía colabora con estos hombres para “mantener la
seguridad” y para poder entenderse con los porteadores.
Esta mujer señalaba como uno de los mayores problemas es la
rotación de grupos de Policía Nacional cada quince días. Los
empresarios ya han denunciado esta situación muchas veces,
ya que no permite que la directrices de control se mantengan
en el tiempo. Sin embargo, nada cambia y los chipichangas se
afianzan. Sobre las naves ilegales, los comerciantes dicen
que apenas hay dos o tres en el polígono.
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“Marruecos baja los aranceles para abrir sus puertas al
comercio y nosotros las cerramos”
Los comerciantes del Tarajal están
indignados con la situación que se está viviendo en la
frontera. Denuncian que la política de Delegación del
Gobierno “no permite sacar mercancía por ningún lado” y
aseguran que están arruinando sus negocios. Los empresarios
defienden el polígono como uno de los pulmones de la
economía ceutí y recuerdan que cada vez son menos
competitivos de cara al país vecino, por ello, exigen que no
se pongan “más problemas” a la llegada de clientes por que,
de lo contrario, van a terminar por perderlos a todos.
“Marruecos está importando cada vez más productos y tiene
los aranceles muy bajos, la diferencia de precio cada vez es
menor”, manifestaba uno comerciante ayer para añadir:
“Marruecos está abriendo sus puertas al comercio y nosotros
las cerramos”. Los trabajadores aseguran que el polígono
“nunca ha estado tan mal como con este delegado del
Gobierno”. “Nos quejábamos de Vicente Moro, pero ahora
estamos mucho peor”, aseguraban
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