A penas ocho horas después de la rueda de prensa ofrecida
por el grupo parlamentario Caballas, la Ciudad acordaba
realizar una “reflexión complementaria del proyecto” para
que los técnicos, vecinos y comerciantes de la zona, así
como taxistas y servicios de emergencias puedan dar su
opinión sobre la obra que se quiere efectuar en el Paseo de
La Marina.
Con esta decisión, fue adoptada ayer después de cerca de
cinco horas de reunión del Ejecutivo local en Presidencia.
Igualmente, y aunque la Ciudad parece que quiere ahora
conocer la opinión de los ceutíes sobre el proyecto de obra
de La Marina, uno de los aspectos que podrían haberse
acordado ya durante la maratoniana reunión de ayer sería el
de eliminar la mediana que separaría ambos carriles del
Paseo de la Marina.
Esta decisión llevaría consigo una leve disminución en la
inversión que inicialmente se baraja de 5,4 millones de
euros, así como también una reducción en los plazos de
ejecución, por lo que la obra sería algo menos gravosa que
como se tiene presentada.
El Gobierno de Vivas va a ejecutar la obra “si o si”, pero
las numerosas críticas que está obteniendo el proyecto a
través de las redes sociales y así como por medio de los
partidos de la oposición parece que está llevando al
Gobierno de Vivas a reconsiderar la idea inicial,
posiblemente preocupado de que de no ser así finalmente
acabe ante los Tribunales.
En los últimos días, la postura del Gobierno ha ido
cambiando a tenor de las manifestaciones que iba realizando
Caballas sobre las actuaciones que llevaría a cabo si el
Ejecutivo continuaba firme en su propósito de “despilfarrar”
cerca seis millones de euros en una obra que según el primer
partido de la opsición es “innecesaria, excesivamente cara,
una obra que supone un dispendio de fondos públicos en un
contexto de necesidad y por consiguiente es inadmisible”.
Tras la presentación del recurso por parte de Caballas al
Tribunal Administrativo Central de Recursos de Contratación,
la Ciudad no tardó ni 24 horas en cambiar el proceso de
adjudicación de la obra y licitarla por subasta. Y ayer,
tras manifestar Aróstegui que si no se daba a la población
la oportunidad de pronunciarse sobre la obra se trasladarían
a los Tribunales, la Ciudad opta por1 a una “reflexión
complementaria” al proyecto.
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