El proyecto de remodelación de La Marina sigue provocando
numerosas críticas y ayer el grupo parlamentario Caballas
realizaba una rueda de prensa para asegurar que llevará a
los tribunales al Ejecutivo de Vivas si no reconsidera su
postura y, de acuerdo con el Plan General de Reordenación
Urbana lo tramita como proyecto urganístico para poder
sacarlo a exposición pública y que la sociedad sea la que se
pronuncie al respecto. Aróstegui insistió en que “no se
puede hacer una obra de estas características, deprisa y
corriendo, y evitando un debate de ámbito público en el que
los técnicos y las personas afectadas pudieran expresar sus
opiniones”.
Juan Luis Aróstegui compareció ayer en rueda de prensa en
representación del grupo parlamentario Caballas para dar a
conocer algunas cuestiones relevantes en relación con el
debate público suscitado en torno a la obra llamada de
“remodelación de La Marina Española”.
Durante su comparecencia, Aróstegui anunció que desde el
primer partido de la oposición se le va a formular la
petición pertinente a la Ciudad Autónoma para que proceda a
la tramitación del proyecto de conformidad con lo que
establece el Plan General en el ámbito de proyectos de
urbanización. Desde el seno del grupo parlamentario Caballas
se considera que, tras tener acceso a diferentes documentos
técnicos y jurídicos, la obra de La Marina reúne todos los
requisitos para ser catalogada “no un proyecto de obra sino
un proyecto de urbanización”, ya que en el mismo se incluyen
“cambios importantes en asuntos transcendentales como el
tráfico, la accesibilidad, la recogida de aguas fluviales”,
en definitiva todo aquello que a juicio del Plan General
tiene la consideración de proyecto de Urbanización.
A este respecto, Aróstegui manifestaba ante los medios de
comunicación que el cambio de proyecto de obra a proyecto de
urbanización introduciría, un elemento “esencial” como sería
el “trámite de información pública” ya que desde Caballas se
mantiene la postura de que un proyecto de estas
características “no puede tramitarse sin que todos los
ciudadanos, afectados unos de forma directa y otros de forma
indirecta, tengan la oportunidad de expresar su opinión
sobre las consecuencias de esta remodelación”, algo que,
según se recordaban desde el grupo parlamentario Caballas,
vine establecido por ley y en el Plan de General de
Reordenación Urbana en vigor, manifestando que “todos los
que tengan interés legítimo en ello deben tener la
oportunidad de manifestarse sobre esta obra”. Así pues,
Aróstegui aseguró con rotundidad que Caballas recurrirá a la
Justicia para que el Ejecutivo local, en el caso de no
hacerlo de forma voluntaria, saque a exposición pública el
proyecto de remodelación de La Marina.
Durante el transcurso de la rueda de prensa, Aróstegui
mostró su extrañeza sobre que recientemente el presidente de
la CECE, Rafael Montero, manifestara públicamente que “algún
inconveniente que podría ocasionar la obra ya se había
corregido”, una afirmación que llevó a Aróstegui a
formularse la pregunta de “cómo pueden producirse estas
correcciones cuando nadie oficialmente conoce el proyecto ya
que sigue en un trámite un tanto semiclandestino”.
Las leyes de la mafia
El dirigente del primer partido de la oposición también
confesó que un total de cuatro arquitectos de la ciudad se
han puesto en contacto con Caballas para plantear numerosas
“pegas”, que presenta el proyecto, mientras se lamentaba de
no poder dar los nombres de los citados arquitectos por
“imperar en Ceuta los métodos y las leyes de la mafia”.
Entre las pegas insinuadas por los arquitectos, Aróstegui
resaltó los graves problemas de tráfico que puede ocasionar
esta obra, cuyos datos fueron tomados en julio y por
consiguiente no contemplan las horas punta de entrada y
salida de los colegios, lo que podría ocasionar, tal y como
resaltaba Aróstegui, “un problema morrocotudo”. Además
también destacó que se ha obviado el ancho de calle que
quedará con la mediana y por consiguiente los innumerables
problemas que puede ocasionar cualquier avería,
estacionamiento o parada de un vehículo en la zona ya que
colapsaría la ciudad, no se han tenido en cuenta las
dimensiones de las rotondas, tampoco se han contemplado la
forma de abordar los pluviales.
Aróstegui insistió en que “no se puede hacer una obra de
estas características, deprisa y corriendo, y evitando un
debate de ámbito público en el que los técnicos y las
personas afectadas pudieran expresar sus opiniones”, y pese
a reconocer la legitimidad del Gobierno a decidir sobre este
asunto, advirtió que “no se puede confundir con un
autoritarismo mal entendido”. Así pues, el dirigente de
Caballas consideró que “en una obra muy céntrica que
condiciona aspectos fundamentales de la vida es necesario
que se abra ese periodo de información pública y que
profesionales en la materia expresen sus opiniones y
discrepancias”.
Desde Caballas se volvió a insistir en que “se trata de una
obra innecesaria, excesivamente cara, una obra que supone un
dispendio de fondos públicos en un contexto de necesidad y
por consiguiente es inadmisible”, y valoró que cada vez sean
más personas las que no entiendan “no solamente el
despilfarro desde el punto de vista político sino también
los grandísimos inconvenientes que desde el punto de vista
técnico este diseño puede acarrear”, de ahí que desde el
primer partido de la oposición se instara al Gobierno a
“recapacitar, reflexionar y tramitar el proyecto con un
periodo de exposición pública, una aprobación inicial, una
información pública, una contestación a todas estas
alegaciones que se van formulando ahora de manera poco
regulada y que la conclusión final sea una obra que, si
quieren hacerla en contra de la razón y de la austeridad,
que la hagan pero al menos que no perjudiquen los intereses
de la ciudad”.
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“El Gobierno local está jugando sucio y ha realizado
afirmaciones que son una absoluta falsedad”
Para Juan Luis Aróstegui, el
Gobierno local “está jugando sucio”, al considerar que, tras
tener acceso a la contestación realizada al recurso
presentado, se había quedado “estupefacto” al comprobar que
la Ciudad ha intentado “engañar” a Madrid. Aróstegui,
destacó que el Gobierno ha intentado hacer “una canallada”
al manifestar que él había votado a favor del proyecto. A
este respecto, el integrante de Caballas, tras manifestar
que esta afirmación es una “absoluta falsedad”, ya que lo
que se votó es “la autorización para realizar una obra en el
tramo correspondiente a la parte de servicio de la Autoridad
Portuaria, previo informe vinculante del director en el que
se diga que esa obra no interfiere ni perjudica la
explotación portuaria”. En cuanto al acta a la que hace
referencia la Ciudad, la cual Aróstegui recordó que todavía
no está aprobada y por consiguiente no es un documento
válido, también manifestó que la misma debe recoger cual era
su posición, afirmando que en la misma debe estar reflejado
que dijo que “la obra era costosa, innecesaria, y concebida
exclusivamente como la campaña electoral del Partido Popular
para las próximas elecciones municipales”.
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