La Ciudad ha dado marcha atrás con el contrato de
licitación de la obra de la Marina. Después de que Caballas
interpusiera un recurso al modelo de concurso que planteaba
el Ejecutivo, este ha cambiado de opinión y sacará a subasta
el proyecto para que la empresa adjudicataria sea la que
mejor precio ofrezca para ejecutar la obra. Este cambio de
última hora retrasará el proyecto en torno a tres semanas.
La Ciudad ha reculado en el proceso de licitación de la obra
de la Marina y ha paralizado el concurso para realizar en su
lugar una subasta. El Gobierno informaba ayer, a través de
un comunicado, de esta modificación que, según apuntaba, se
ha hecho con el objetivo de que el precio sea el único
criterio que pese a la hora de determinar la empresa que
ejecutará los trabajos. De este modo, el Gobierno paraliza
el concurso que había convocado para sacarlo de nuevo a
licitación, esta vez por el procedimiento de subasta.
Con este cambio de criterio, únicamente se pretende eliminar
“cualquier suspicacia en relación al cumplimiento de los
principios básicos de la contratación administrativa”. Esto
no supone cambio alguno en relación a la calificación
empresarial que se exige a los licitadores para e
garantizar, por parte de la Administración, la solvencia
técnica del licitador. Además se sigue manteniendo que la
empresa adjudicataria sea especialista en la construcción de
puentes, lo que limita mucho la concurrencia.
Después de que Caballas presentará su recurso, los informes
técnicos y jurídicos que se han emitido aconseja este cambio
y sustentan el informe de respuesta al recurso que ayer
emitió la Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE).
El proyecto redactado y que salió a licitación no sufrirá
variación alguna, de modo que se mantienen tanto las
soluciones técnicas, como el propio presupuesto de
licitación, fijado en 5,4 millones de euros, si bien el
coste final de la obra vendrá determinado por la empresa que
haga una menor oferta económica. En un principio, se estima
que este cambio en el procedimiento de licitación conllevará
un retraso en los plazos previstos inicialmente de tres
semanas.
Más seguridad
Con este proyecto se pretende convertir la necesidad (por
sentencia judicial) de impermeabilizar el paseo “en una
oportunidad para solucionar cuestiones pendientes y para
mejorar aspectos de relevancia”. Así, se ampliará la acera
sur, la situada junto a los edificios, para que cumpla la
normativa y para revitalizar el comercio; se mejorará el
tráfico, evitando dobles filas de vehículos; se renovarán
las infraestructuras básicas, como la red de abastecimiento
de agua que circula por debajo de esa misma acera, evitando
las inundaciones de los locales con las lluvias; se
fortalecerán los pilares que sostienen el paseo; y se
mejorará la conexión y accesibilidad con las calles del
entorno, además de mejorarse la seguridad de los peatones.
Además, el Gobierno quiere dar respuesta a las cuestiones
suscitadas en estos últimos días en relación a la
circulación de los vehículos de emergencia y las
evacuaciones.
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La CECE defiende una obra “que quieren empresarios y
vecinos”
La Confederación de Empresarios de
Ceuta (CECE) se ha mostrado una vez más a favor de esta obra
que, según traslada, quieren “empresarios y vecinos”. “Es
falso que ningún empresario vaya a cerrar”, asegura el
presidente de la organización, Rafael Montero Ávalos. Al
único empresario al que se le planteaba un problema con una
de las rotondas, ya le han contestado por parte de la Ciudad
que la redonda será adoquinada, por lo que permitirá que los
camiones se suban en ella y puedan girar para entrar en el
garaje. Para Montero Ávalos está obra es “imprescindible” ya
que, además de cumplir con una sentencia, viene a ensanchar
una acera que los vecinos reclamaban que se ampliara. La
preocupación que tenían los empresarios es que el proyecto
se iniciara en plena campaña navideña, pero está previsto
que sea en enero cuando se inicien las obras.
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