La Festividad del Sacrificio o la también llamada Pascua
Grande musulmana daba comienzo a las 9.00 horas con el rezo
colectivo o Musal-la, que al igual que viene ocurriendo
desde hace años se efectuaron en dos explanadas diferentes:
Sidi Embarek y Loma Margarita.
Alrededor de 2.500 personas, según Protección Civil, y más
de 3.500, según la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE),
convocante de la oración más multitudinaria, han acudido a
primera hora la explanada de Loma Margarita, mientras que un
millar de personas asistieron al Sidi Embarek.
El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta
(UCIDCE), Laarbi Maateis, poco antes de dar comienzo al rezo
atendía a los medios de comunicación y deseaba una
celebración “de paz, armonía y respeto”.
Precisamente, durante el transcurso del rezo, el imam que ha
dirigido el mismo ha subrayado en su sermón la necesidad de
dar un “buen trato a la esposa, las hijas y las madres”, de
demostrar “buen comportamiento y obediencia a los
progenitores” y de “convivir con todos los ceutíes sin tener
en cuenta credo o raza”.
Maateis, mientras atendía a los medios de comunicación, no
quiso dejar pasar la ocasión para criticar a la
Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) y recordaba,
para tenderle la mano a la Ciudad, que “es imposible
garantizar con un año de antelación, como pide la
legislación, que una fiesta como ésta que se rige por la
visualización de la luna vaya a coincidir siempre con la
previsión”.
Por tal motivo, y para concluir, el presidente de la UCIDCE
abogaba por forjar un “gran consenso político, social y
laboral” para que este festivo laboral “que se conoce con
diez días de antelación, cuando comienza el mes lunar”, se
pueda concretar entonces “y no doce meses antes”.
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