Hasta hace unos días, la cifra confirmada de ceutíes que se
habían desplazado a Siria como yihadistas era de una decena.
Ayer, el ministro del Interior elevaba la cifra a “unos
doce”. El pasado viernes, el Cuerpo Nacional de Policía y la
Guardia Civil desmantelaban una red de captación de
yihadistas con “filiales” en el Príncipe de la organización
terrorista Al Qaeda. El operativo se saldó con ocho
detenciones. A lo largo de estos últimos doce meses, EL
PUEBLO ha informado de las diferentes noticias que se han
producido en este ámbito, desde que el año pasado saltaran
las alarmas con la muerte de tres amigos que se habían
inmolado.
Hace un año, saltaban a la palestra informativa noticias
acerca de viajes a Siria de ceutíes para hacer la ‘guerra
santa’. El pasado viernes, el Cuerpo Nacional de Policía y
la Guardia Civil desmantelaban una red de captación de
yihadistas con “filiales” en el Príncipe de la organización
terrorista Al Qaeda. El operativo se saldó con ocho
detenciones y ayer, el Ministerio del Interior vinculaba a
uno de los ceutíes inmolados, Rachid Wahbi, de 32 años, con
un atentado en el que murieron 130 personas en Siria.
El 18 de julio del año pasado, EL PUEBLO publicaba que una
familia del Sardinero recibía la noticia de que su hijo,
Mustafa Mohamed, conocido como ‘Tafo’, de 24 años, fallecía
en la lucha contra el régimen de Bashar al Assad. Se conocía
también entonces que se trataba del segundo ceutí fallecido,
tras la muerte de Rachid Wahbi. Ambos se habían desplazado a
Siria en abril, junto a otro amigo, y los dos habían muerto
tras inmolarse. El tercero de los jóvenes ceutíes que habían
viajado a Ceuta era Mustafa Mohamed Layachi, más conocido
como ‘Piti’, de 29 años, del que no tardó en conocerse que
había sufrido el mismo fin que sus compañeros.
Ya en agosto del año pasado, el ministro del Interior
abordaba esta situación y apuntaba que eran “necesarias”
reformas legales contra el yihadismo, pues el norte de
África se estaba convirtiendo en un foco de “riesgo”.
El Gobierno de Marruecos informó, en enero de este año, del
desmantelamiento de un comando que reclutaba yihadistas en
Ceuta y en ciudades marroquíes como Tánger, Tetuán y
Castillejos. Se barajaba entonces la cifra de unos cuarenta
jóvenes enviados a distintos lugares.
Las Fuerzas de Seguridad confirmaban el mes pasado otro
nuevo caso, el de un hombre casado, padre de dos hijos y
residente en un barrio de la periferia ceutí, cuya
desaparición había sido denunciada por sus familiares tanto
en la ciudad autónoma como en Castillejos, pues se trataba
de un marroquí con NIE y permiso de residencia por su
matrimonio con una mujer ceutí. Poco antes, se había
confirmado también el viaje a Siria de un menor.
La llegada de junio intensificó la situación. A principios
de este mes, en su edición del día 10, este medio informaba
de que en siete días se habían producido cinco casos de
ceutíes que se habían desplazado a Siria para sumarse a la
lucha de los yihadistas. También se informaba en esta
ocasión de que la cifra confirmada del total de ceutíes que
se habían desplazado a Siria desde 2012 alcanzaba una
decena. El ministro elevaba ayer la cifra a “unos doce”.
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Se trata de isamistas suníes que consideran al gobierno
alauí como “apóstata”
Los yihadistas que se suman a la
lucha contra el régimen de Al Assad, y que entran por
Turquía, son suníes que consideran este gobierno, alauí,
como “apóstata”. El líder de Al Qaeda, el egipcio Ayman al
Zawahiri, instó a principios de mes a los yihadistas en
Siria a unirse y luchar hasta el establecimiento de un
Estado islámico en este país, que “pueda liberar Palestina”.
En una grabación de audio difundida el pasado día 6 y
recogida por las agencias de prensa, Al Zawahiri advirtió a
los combatientes en Siria de que “EEUU y sus aliados
pretenden sustituir el Gobierno criminal del presidente
Bashar al Assad por uno dependiente que proteja a Israel y
rechace la ‘sharía’ o ley islámica”. Actualmente en Siria,
según recoge el profesor de Estudios Árabes e Islámicos de
la Universidad de Alicante Ignacio Álvarez en su estudio
‘Siria ante la revuelta: el blindaje del régimen’, los
musulmanes son cerca del 90% de la población, pero están
segmentados. Junto a una mayoría suní (74% de la población)
existen diferentes sectas chiíes que representan otro 16%
(el 12% alawíes y el resto drusos e ismailíes). A ellos se
suman, al menos, un 10% de cristianos, en su mayor parte
greco-ortodoxos y, en menor medida, católicos.
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