El Ceuta encajó ayer una de las derrotas más crueles
posibles. Por un lado, el colegiado se encargó de ir minando
poco a poco al equipo caballa hasta terminar detonándolo al
no señalar un clarísimo penalti sobre Said, cuando el 1-1
reinaba aún en el marcador. El granadino Rica Alarcón apenas
dejó jugar a los ceutíes, señalando continuas faltas cada
vez que había un balón dividido en el aire, y truncando así
las jugadas de peligro de los ceutíes. Por otro lado, la
fortuna no pudo darle más la espalda al equipo caballa: Dos
balones rozando los postes, un disparo a la misma madera y,
sobre todo, un error en el descuento cometido entre Jaime y
Garrido que supuso el 2-3 definitivo, que deja el play off a
cuatro puntos.
El Ceuta y el Pozoblanco saltaron al césped del Alfonso
Murube obligados a conseguir la victoria para acercar sus
respectivos objetivos. Mientras que los cordobeses
necesitaban ganar para continuar dependiendo de sí mismos
para firmar la permanencia al final de la temporada, al
equipo caballa sólo le valía el triunfo para continuar a un
punto del play off, tras la victoria del Mairena frente al
Montilla. Así, ambos equipos comenzaron protagonizando un
encuentro de poder a poder y muy atractivo, en el que el
Pozoblanco golpeó primero.
Después de una ocasión inicial del equipo caballa, en la que
Ismael rozó el gol tras un buen centro de Perita, llegó el
tanto de los cordobeses. Sandro y Pepe Martínez cometieron
un error casi infantil en el centro del campo, propiciando
una peligrosa jugada del Pozoblanco que acabó con un gran
disparo desde la frontal del área caballa de Álex Gil, que
se coló por la escuadra de la portería defendida por
Garrido. A pesar del tanto encajado en el 12’, el Ceuta no
se descompuso, manteniendo su juego en el centro del campo y
buscando en todo momento los espacios por donde hacer daño
al rival.
Así, a los diez minutos del tanto de los cordobeses, el
equipo caballa contó con una gran ocasión tras un buen
recorte de Ismael dentro del área y el posterior disparo
raso de Perita que el guardameta Cristian, con una buena
parada, se vio obligado a enviar a saque de esquina. En el
24’, sin embago, llegó el empate para los ceutíes. El propio
Perita se marchó por la banda derecha y envió un gran centro
al segundo palo que Villatoro, de cabeza, se encargó de
convertir en el 1-1. Con las tablas de nuevo en el marcador,
los dos equipos continuaron realizando un juego vistoso para
el espectador, renunciando en todo momento a encerrarse
atrás. El Ceuta, sin embargo, fue el que mostró más empuje
en ataque y Jalid, desde casi treinta metros, a punto estuvo
de sorprender a Cristian con un potente disparo que se
marchó rozando la cruceta.
A pesar de la intensidad demostrada por los dos equipos
antes del descanso, durante el segundo tiempo el Ceuta fue
el único que puso intención, y ocasiones. Sin embargo, el
colegiado comenzó a hacer patentes sus intenciones. Y es
que, las continuas e inexistentes faltas señaladas sobre los
ceutíes comenzaron a ir minando la paciencia de estos que,
sin embargo, continuaron demostrando una gran entereza sobre
el terreno de juego. Pero todo tiene un límite, y este llegó
cuando el granadino Rica Alarcón se negó a señalar un
clarísimo penalti sobre Said, que debería haber supuesto
además la expulsión del defensa cordobés.
La indignación se hizo patente en el Murube, mientras que el
Pozoblanco aprovechó el inicio de desesperación del equipo
caballa para marcar a la contra el 1-2, obra de José Manuel,
cuando restaba un cuarto de hora para el final. Arropado por
su público, el Ceuta se volcó en el ataque buscando el
empate, que terminó consiguiendo en el 90’ después de que
Sandro rematase al fondo de la red un rechace en el área.
Pero el fútbol elevó su crueldad al máximo exponente, y en
el 93’, un pase demasiado corto de Jaime sobre Garrido, y el
error en el despeje de este, dejaron solo al cordobés
Sergio, que sin oposición marcó el 2-3 definitivo.
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