El cuarto eje del III Plan de Igualdad está centrado en
planificar acciones y actuaciones integrales contra la
violencia de género. Con este objetivo se propone elaborar
campañas para “fortalecer y ampliar las medidas de
prevención de la violencia de género”. La atención
específica a las víctimas también se contempla, con el
objetivo de impulsar la coordinación.
De manera específica se busca la promoción de medidas y
acciones para abordar la eliminación de la prostitución, del
tráfico de mujeres y su explotación sexual. En ese sentido,
se propone sensibilizar e informar sobre la explotación
sexual y el tráfico de mujeres, orientar de los recursos
existentes y colaborar con organismos, instituciones y
asociaciones que trabajen en ese campo y compartan los
mismos objetivos.
Incluir de manera específica la lucha contra esta lacra
social tiene por objetivo, además de eliminarla, conseguir
“una mayor implicación” de la ciudadanía en la lucha contra
la violencia de género. “La violencia contra las mujeres no
es un problema individual o privado, sino fundamentalmente
social, y es preciso que la sociedad y las instituciones
intervengan. Tampoco es un problema puntual y actual, sino
una manifestación derivada de las relaciones de poder
históricamente desiguales entre hombres y mujeres”, se
destaca en el documento.
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