De cara a este 2013 en el que nos encontramos, las
recomendaciones de quienes apuestan por reactivar uno de los
pilares básicos de nuestra economía local, la demanda
interna, van encaminadas a dotar de la mayor fluidez posible
la Aduana del Tarajal, flujo permanente de visitantes que
vienen a comprar a nuestros comercios. Ya hemos escuchado en
numerosas ocasiones que el turismo de Ceuta “ha de mirar
hacia Marruecos” y para equilibrar el descenso de demanda
interna hay que atraerse al turista procedente de Marruecos
que ha de encontrarse nuestros comercios abiertos en fines
de semana y recibir un buen trato. La carretera del Tarajal,
la que une la ciudad con la frontera, no puede ser un
“tapón” circulatorio donde impera el más completo caos y el
estrangulamiento en un tráfico rodado que habría de ser
fluido que diera una imagen atractiva de ciudad moderna como
Ceuta.
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