Los diputados Francisco Márquez y Juan Luis Aróstegui
protagonizaron ayer uno de los debates más encendidos de la
mañana. El diputado del grupo Caballas se dedicó a
desacreditar al Gobierno de Vivas y aseguró que Ceuta está
sumida en un “régimen” y “nadie se atreve” a decir al
presidente del Ejecutivo local que “algunas veces dice
tonterías”. El enfrentamiento se produjo durante el
tratamiento del punto acerca de la supresión del Consejo
Económico y Social (CES). Para el diiputado popular, este
organismo “ha realizado una labor profesional y con
cumplimiento estricto de sus funciones”.
Los diputados Francisco Márquez y Juan Luis Aróstegui
protagonizaron ayer uno de los debates más encendidos de la
última sesión ordinaria del Pleno de la Asamblea del año. El
asunto, la propuesta del consejero de Programación y
Relaciones con las Administraciones relativa a la supresión
del Consejo Económico y Fiscal (CES). “La decisión se adopta
dentro del ineludible marco de la coyuntura de crisis
económica y como consecuencia lógica y coherente del
conjunto de actuaciones que el Gobierno de nuestra ciudad
está adoptando para superar este período difícil para la
economía”, aseveró Márquez. “El CES ha realizado una labor
profesional y con cumplimiento estricto de sus funciones,
con lealtad de independencia, pero no cabe duda que la
sociedad ceutí ha ido modelando de forma práctica las
competencias que tiene”, apostilló. Sin embargo, el diputado
del partido localista no se mostró convencido tras quince
minutos de discurso del diputado. Aróstegui comenzó su
intervención asegurando que el “argumento del ahorro es tan
increíble que adquiere la condición de burla”. “Están en su
perfecto derecho de disolver el CES y cualquier otra cosa”
aunque “no está tan claro que tengan derecho a mentir
siempre con ese desparpajo”, ironizó. “En esos 300.000 euros
que vale el CES están incluidas las nóminas que vamos a
seguir pagando, o seguramente pagaremos más...” continuó.
“Al grito de fuera los CES del Partido Popular a nivel
nacional, la Ciudad dice: ‘esta es la mía’”. “¿Cómo
escenifico yo ante el señor Montoro que me tiene vigilado,
que no me deja pasar una, que no he despedido a nadie y que
las trampas las tengo al tope?”, preguntó Aróstegui. “Ceuta
está demostrando al señor Montoro que cumple con las
premisas del PP de suprimir determinadas cosas”, continuó.
“Está también lo de privatizar la televisión pero con las
cosas de comer no se juega”, se mofó.
Una “defensa” del PSPC
“Dice que van a ahorrar 100.000 euros, ¿sabe en lo que se
gastan ese dinero? En reponer las flores en la ciudad”,
destacó. Aróstegui recordó además que quien “defendió y
firmó la propuesta de creación del CES fue el PSPC”.
Aróstegui también se refirió a la incorporación del personal
del Consejo Económico y Social a la plantilla del
Ayuntamiento: “Caballas apoya de manera explícita la
política de que no se pierda ni un solo puesto de trabajo
pero no somos tontos y sabemos que una parte muy importante
de mantener el empleo del Partido Popular es porque mantiene
a los suyos”. “Todos sabemos que ha sido así: Gobierno del
PP, enchufe”, argumentó.
A estas palabras, Márquez afirmó que el discurso de
Aróstegui es “demagógico”. “Además de la verborrea habitual,
no he encontrado la coherencia suficiente como para defender
el argumento”. “Usted se apunta a todo, a lo bueno, a lo
malo y a lo de en medio; no es posible mantener durante
mucho tiempo ese discurso de que yo lo arreglaría todo
porque esto aquí, allá y donde haga falta”. “No creo que la
omnipresencia esté entre sus virtudes, aun cuando lleva
décadas intentándolo”, criticó el diputado popular. Y es
que, para Márquez, Aróstegui “no tiene ningún problema en
insultarnos a todos los cargos que el PP ha presentado a las
elecciones sino también a los ciudadanos que nos han
elegido, pero no pasa nada, tiene patentes de corso”.
“En su complicada mente tiene esa confusión permanente”,
atacó el popular al de Caballas. “Confunde la lealtad con la
ausencia de confrontación”. “La discrepancia es compatible
con la asunción de planteamientos diversos”, remarcó.
Por su parte, el portavoz del grupo socialista, José Antonio
Carracao, también anunció su voto en contra a la disolución
del CES. Y es que, para el socialista, se podría haber
planteado, “sin acritud”, la eliminación de la consejería
que dirige Márquez o de la Fundación Crisol de Culturas.
“Eso el Gobierno no se lo ha planteado en ningún momento y
viene a decirnos que el CES ha hecho una labor encomiable
pero nada se habla de la eliminación de otros organismos
porque seguramente serán personas mucho más cercanas al
grupo popular”. Para Carracao, el CES “no se elimina por un
motivo económico ni por su falta de acción”.
Márquez aseguró no estar de acuerdo en el planteamiento del
socialista. Por su parte, Aróstegui afirmó que el diputado
popular le había “insultado” durante sus intervenciones,
algo que el de Caballas “no hizo” durante la mañana.
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“El señor Vivas ha instalado un régimen” y “nadie se atreve
a decirle que algunas veces dice tonterías”
“El CES ha muerto porque está
afectado por el virus Vivas”. “El señor Vivas ha instalado
en Ceuta un régimen; decía un premio Nobel de Literatura que
‘la peor censura que existe no es la que te impones, sino la
que te autoimpones’; llega un momento en que la presión
psicológica es de tal naturaleza que tú mismo activas un
mecanismo de censura en tu mente”. Con estas palabras, el
diputado de Caballas, Juan Luis Aróstegui, criticaba las
medidas tomadas por el Gobierno de la Ciudad. “Aquí hay una
regla que no falla, el que se mueve no sale en la foto; aquí
el que no obedece al régimen está muerto”, aseguró. “El CES
se ha ido recluyendo como los caracoles en su propio
caparazón con la intención de no molestar al Gobierno y no
crear conflicto y no arriesgar”, sentenció. “Nadie se ha
atrevido a decirle al señor Vivas: está diciendo usted una
tontería; Vivas dice cosas muy interesantes e inteligentes
en algunas ocasiones y a veces dice unas tonterías para
hacerle un momento y, cuando las dice, no hay nadie que le
diga eso; aquí en Ceuta se sabe que el que dice eso empieza
a pensar en su familia, los puestos de trabajo... Este es el
problema del régimen”, apostilló.
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