Al problema, creciente, del vandalismo, la empresa de
autobuses suma otros de los que, según señala su gerente,
José María Cuéllar, han dado parte a las autoridades en
muchas ocasiones sin que se les encuentre solución. Cuéllar
apunta de forma especial la existencia de bordillos de acera
“con aristas cortantes” en calles que en lugar de
ensancharse “cada vez hacen más entrechas”. Esto causa
reventones de neumáticos “todos los días”, con un coste de
entre 300 y 400 euros por unidad.
Por su parte, badenes que no reúnen “las condiciones
adecuadas” como los de la avenida de África con Bada Requena,
causan averías en los sistemas de amortiguación y de
dirección de los vehículos, así como en la carrocería y en
el soporte del motor.
Las peticiones no atendidas de Hadú-Almadraba pasan también
por la habilitación de carriles “no sólo para los autobuses,
sino para todos los servicios públicos, incluidos taxis y
ambulancias y bomberos”.
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