Una jornada de “normalidad” es lo que se vivió ayer en los
tres centros de salud de la ciudad, según informaban las
fuentes oficiales del Ingesa, y según reconocían los propios
trabajadores. Era el caso del centro de salud del Recinto.
A las 11.50 horas, cuando apenas quedaban diez minutos para
que comenzase a escasos metros -en la Plaza de los Reyes- la
concentración convocada por los sindicatos, la situación en
citas previas era de normalidad aunque con algo menos de
influencia que otros días. Arriba, en la primera planta, la
sala de espera de las consultas la ocupaban unas veinte
personas. “Estamos atendiendo dobles turnos”, explicaba el
médico, mientras asistía a sus pacientes y a los de un
compañero. Al mismo tiempo, una enfermera iba llamando para
las vacunas antigripales. Pese a lo quizás previsible, la
huelga no era tema de conversación para entretener la
espera. Sí lo era el tiempo que llevaban esperando.
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