Para la recogida y entrega de los menores, se cita al
progenitor custodio a una hora determinada. Este diario fue
testigo de cómo una madre dejaba en tutela de PEF a dos
niños -niño y niña- y posteriormente pasaban un agradable
rato con su padre, después de haberlos recogido. Se
mantienen las debidas cautelas para no traicionar la
intimidad de los menores.
Los niños, por cierto, disponen en el PEF de un tiempo de
juego y participación en actividades educativas, aunque en
el caso del PEF de Ceuta se ven mermadas en el tiempo, si se
comparan con otros PEF de la península.
Hay otra cuestión: las visitas tuteladas. En este caso, un
profesional del equipo debe supervisar, orienta y controlar
la situación del encuentro. La duración de la visita debe
ser estipulada por el Juzgado de Familia y se ofrecerá al
progenitor y al niño la posibilidad de participar en las
actividades infantiles que se organicen en el centro.
Una vez que finaliza la entrega/recogida o visita, el
profesional que se ocupa del caso lleva a cabo un informe de
seguimiento del transcurso de la medida y, en su caso,
comunica las posibles incidencias que hubieran podido
producirse al juez encargado del caso.
Asistencias y puntualidad, actidud, colaboración,
sentimientos, comentarios... Todo ello confluye en una
salvaguarda de los derechos del menor.
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