El árbitro Hamido Abdeselam Medhi denunció en julio de 2011
una trama para beneficiar a los equipos ceutíes de División
de Honor y de Liga Nacional de juveniles. Y acusó a Antonio
Soto, presidente del Comité de Arbitros, de ser el artífice
de esta corruptela. Además, Medhi aseguró que los equipos
tenían detalles con los árbitros para agradecerles las
labores realizada, siempre con la anuencia del Presidente
del Comité de Arbitros y del Presidente de la federación. “A
mi me invitaron a tres o cuatro cenas -dijo Medhi en Marca-,
en el Hotel La Muralla”.
Una vez desvinculado del mundo del arbitraje, Medhi que es
padre de familia y guardó silencio mientras dirigía
partidos, desveló la trama, tras 30 años de continúas
irregularidades. Y de Garcia Gaona dijo: “Ha mirado para
otro lado y ha consentido algo que es un secreto a voces,
que todos saben”, puntualizó el colegiado.
La respuesta de Antonio García Gaona era guardar silencio.
Ya saben: el que calla, otorga, dice el refrán. Un capítulo
tenebroso de sobornos que no hacen más que enturbiar la
situación federativa, dejando un halo de sospecha que no
beneficia al buen nombre del fútbol ceutí.
Una comunicado de prensa de la Federación, trataba de
desmentir las graves acusaciones de Medhi que se basaba en
hechos reales y en su propia experiencia. Un asunto muy
turbio con implicaciones claras que tenían nombre y
apellidos.
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