Los escándalos en la Federación de Fútbol de Ceuta han
marcado la trayectoria bajo sospecha de su Presidente. Llegó
al cargo bajo la vitola de delfín de Emilio Cózar y pronto
se le “etiquetó” como llevado por el afán recaudatorio como
objetivo de su acceso al poder federativo. Un hecho que, con
el discurrir de los acontecimientos, se ha ido cimentando y
justificando.
No se puede olvidar que, desde la Federación de Fútbol de
Ceuta se controlan las subvenciones del Instituto Ceutí de
Deportes, de la Ciudad Autónoma de Ceuta y de la propia Real
Federación Española de Fútbol. Quiere decirse que el dinero
que se maneja, en forma de miles de euros es sustancioso y
una golosina lo suficientemente apetitosa como para dejarla
escapar. Y un hombre de negocios y con empresa de viajes,
había de entender que, la mejor manera de superar la crisis
económica, era aferrarse a estos resortes con unos
beneficios sustanciosos para su cuenta de resultados en
Viajes Trujillo.
Y lo acaparó todo: viajes institucionales y deportivos,
convirtió a la A.D. Ceuta en tiempos de Felipe Escane en una
extensión de la Federación y campó a sus anchas, como
interlocutor ante Juan Vivas y hombre-enlace en materia de
viajes, alojamientos y demás variantes. Todo iba al mismo
saco: Viajes Trujillo. Una empresa “amiga” de la Ciudad
Autónoma de Ceuta que ha venido monopolizando el capítulo de
desplazamientos al máximo nivel.
Corrupción arbitral
No esperaba Antonio García Gaona que, en lo que intuía como
balsa de aceite, surgiera un árbitro respondó: Hamido
Abdeselam Medhi, quien denunció una trama de corrupción para
beneficiar a los equipos ceutíes de categoría nacional, en
la que involucraba al propio Presidente de la Federación,
García Gaona y al Presidente del Comité de Arbitros de
Ceuta, Antonio Soto. Un escándalo que tuvo dimensión
nacional, ya que el diario Marca se hizo eco del mismo.
Elecciones federativa
No acabarían ahi los sobresaltos, porque durante el proceso
electoral a la Presidencia de la Federación, Antonio García
Gaona, que ya había saboreado las mieles de las sustanciosas
millonarias razones que manejaba en la Federación, optó por
eliminar cualquier obstáculo que le pudiera impedir alcanzar
sus objetivos. Por ello, eliminó de su carrera electora al
único oponente que surgió, José Antonio Florentino, a quien
se le pusieron todo tipo de trabas para impedir que fuese
candidato. Un episodio vergonzoso que fue resuelto por la
Ciudad Autónoma favor de su “protegido”, o sea, Antonio
García Gaona.
Incompatibilidad
Ahora, una rueda de prensa “caliente” ha polarizado la
semana que termina la atención informativa de un escándalo
con Antonio García Gaona como epicentro de una desaguisado
vergonzoso y oculto. José Antonio Muñoz Serrano, presidente
de la A.D. Ceuta demuestra con documentos que Viajes
Trujillo, empresa de la que Antonio García Gaona es socio y
administrador “ha venido prestando y presta servicios
propios de su actividad (agencia de viajes) a la Federación
de Fútbol de Ceuta, por lo que obtiene la consiguiente
contraprestación económica, así como a gran número de clubes
de fútbol de la ciudad”.
Ahí radica el lucro del que habla Muñoz Serrano y alguno que
no lee o no quiere hacerlo, habla de “graves acusaciones”
como si no existiera el soporte documental del hecho. El
régimen de incompatibilidades establece en sus Estatutos de
la Federación de Fútbol de Ceuta: “No podrán ocupar el
puesto de presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta
aquellas personas que directamente obtengan beneficios como
consecuencia de actividades económicas relacionadas con el
fútbol”.
En noviembre de 2009, Garcia Gaona se ocupó y preocupó de
suprimir esta referencia en el articulo 9 de los Estatutos,
aunque no ha sido objeto de ratificación e inscripción en el
Registro de Asociaciones Deportivas por su evidente
ilegalidad, ni tampoco publicada en el Boletin Oficial de la
Ciudad por lo que dicha modificación no puede considerarse
ejecutiva ni vigente.
La Ciudad Autónoma no puede excusarse para salirse por la
tangente diciendo que se trata de “un club privado”, ya que
se rige por la Ley 10/1990 del Deporte que considera un
incumplimiento sancionable disciplinariamente como
infracción grave la incompatibilidad. Además, el Consejo
Superior de Deportes, adscrito al Ministerio de Educación y
Ciencia, regula la normativa estatutaria y de reglamentos y
la Ciudad Autónoma es quien responde del registro de
asociaciones y entidades Federadas a través del Instituto
Ceuti de Deportes.
La Ciudad busca ahora una difícil salida
Nos consta que la Ciudad Autónoma, tras conocer la rueda de
prensa de José Antonio Muñoz poniendo sobre el tapete el
cúmulo de ilegalidades cometidas, el pasado viernes celebró
una reunión entre sus responsables políticos en materia
deportiva, para tratar de buscar una salida airosa a esta
situación. Salida que se nos antoja muy complicada, dados
los hechos registrados, las responsabilidades en las que se
puede incurrir y las ilegalidades ya consumadas.
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