Resultó de especial relevancia el testimonio del perito
forense que describió las lesiones que había sufrido la
supuesta víctima de la agresión de los agentes de la Policía
Local.
En este sentido, una de las cuestiones que presentaban mayor
relevancia era un traumatismo cerrado en un globo ocular de
la víctima.
El forense indicó que dada la protección que brinda la
órbita y la nariz, el golpe tenía que provenir de un objeto
que incidió directamente en el ojo. La acusación particular,
que desarrolló el letrado Lorenzo Sevilla cuya brillante
intervención fue incluso saludada por las defensas, puso
especial énfasis en que el forense indicara que las lesiones
eran compatibles con un puñetazo o una patada. Tanto el
Ministerio Fiscal como la acusación particular desistieron
de su pretensión de que en la supuesta agresión había sido
realizada también con el concurso de las porras
reglamentarias de los agentes.
El forense puso de relieve que las lesiones que tenía la
supuesta víctima eran compatibles tanto con una agresión,
como con un accidente de tráfico. Tampoco hay que olvidar
que Abselam Mohamed Mohamed cayó al suelo junto con el
policía local de la UIR que le interceptó en primer lugar,
un hecho que también sería compatible con la lesión en el
brazo.
La acusación particular incidió también en el hecho de que
el médico forense no había podido examinar el habitáculo del
vehículo que conducía la supuesta víctima, y que sólo había
visto una fotografía del coche.
El modelo Renault Clío, en este caso, era antiguo. Los
policías atestiguaron que Abselam Mohamed Mohamed no
circulaba con el cinturón de seguridad puesto y que el
vehículo no contaba con ‘airbag’. De hecho, el médico
forense explicó que si se hubiera contado con un dicho
dispositivo de seguridad en el automóvil se habrían
producido lesiones abrasivas al contactar con el cuerpo de
la persona.
La acusación `particular reconoció que había mantenido un
tono “agrio” en su interrogatorio al forense, ya que quería
presionar para que el perito fuese más explícito en sus
explicaciones ante el tribunal. Por otra parte, se visionó
un vídeo tomado por un aficionado en el que se mostró cómo
el automóvil que conducía Abselam Mohamed Mohamed chocaba
contra el radiopatrulla de la Policía Local en el que se
encontraban los dos agentes que resultaron lesionados.
Del visionado de los hechos no se pudo constatar que el
fugitivo hubiera sido golpeado.
Las defensas, finalmente, pusieron de relieve que existe una
“orfandad” de pruebas de cargo que pudieran incidir en la
presunción de inocencia de sus patrocinados, por lo que
reclamaron la libre absolución de los cuatro agentes de la
Policía Local.
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