Entre los numerosos testimonios -hasta diez- que se
prestaron en el juicio de ayer, destacaron los de dos
compañeros de prisión de los dos conductores, con quienes
coincidieron en la cárcel de Los Rosales antes de que se
celebrara el juicio del 5 de mayo de 2010, que fue
suspendido.
Uno de ellos, José Luis N.R., declaró claramente a favor del
conductor del camión y atestiguó que fue amenazado por
Francisco Javier A.B., quien incluso habría estado haciendo
gestiones en el centro penitenciario para que fuese
apuñalado por encargo. El testimonio de otro preso, que fue
incorporado a la causa, fue el de José Manuel B.P. , quien
declaró que era falso que Francisco Javier A.B. hubiera
amenazado a su compañero de conducción.
Por si fuera poco, declararon la mujer de Francisco Javier
S.M., María del Carmen A.A., en torno a las amenazas
telefónicas que habría sufrido y hasta siete agentes de la
Guardia Civil que habían intervenido en distintas partes del
caso.
Dos de los guardias fueron los encargados de la localización
y la extracción de la droga. Un tercero, el guía que llevaba
el perro que ‘marcó’ el vehículo sospechoso. Igualmente
declararon el instructor del expediente que se materializó
tras la detención en el puerto y, finalmente, agentes
especializados en la investigación de teléfonos móviles y
ordenadores.
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