El Gobierno sacó ayer adelante en solitario una operación de
Tesorería por valor de 19 millones de euros a propuesta del
consejero de Hacienda y Recursos Humanos, Francisco Márquez.
El crédito supondrá un adelanto a los 40 millones de euros
que el Estado transferirá a la Ciudad en verano en
compensación por la pérdida de ingresos del IPSI tanto en su
apartado de importación como de tabaco. Una operación de
financiación que fue muy criticada por la oposición que no
ve con buenos ojos la deuda que suponen pólizas como esta
que ya se han convertido en “habituales durante los últimos
años” tal y como reconoció el propio consejero de Hacienda.
Desde Caballas, Juan Luis Aróstegui enumeró tres objeciones
a esta póliza cuyo tipo de interés se fijará en el Euribor y
que tendrá que ser liquidada antes del 31 de diciembre de
2013. En primer lugar, el miembro de la coalición criticó el
límite del crédito que se puede permitir la ciudad y que
este año se ha calculado en 63 millones en base a los
presupuestos de 2012. Para Aróstegui esta no es una base
real ya que el documento recogía ocho millones de
transferencias del Estado que no estaban asegurados. El
diputado criticó además que se lleve al límite las pólizas
“incrementando los costes financieros”. Por último,
Aróstegui justificó que la póliza hay que pedirla “porque el
PP ha incumplido su compromiso político”.
Reglas del juego
Su compañero de bancada en la oposición, José Antonio
Carracao, se pronunció en la misma línea. El portavoz
socialista asumió que las operaciones de tesorería forman
parte de “las reglas del juego que el Gobierno ha impuesto”
y lamentó que no quede más remedio que jugar con ellas. Sin
embargo, sí criticó el sistema actual “consecuencia del
modelo de gestión del Ejecutivo del Partido Popular” que
para el líder del PSOE ha dejado “un caos económico”.
“Tenemos que utilizar este instrumento, pero no es la
fórmula” apuntó Carracao para quien el Gobierno ha recurrido
a la vía “más fácil”. El socialista reconoció que no podían
negarse a una inyección de liquidez para la Ciudad pero que
se abstenían de una operación en la que se utiliza una
instrumento que no comparten.
El consejero animó a Carracao a presentar “alternativas” a
la operación de tesorería y justificó la necesidad de
llevarla a cabo para “ser capaces de garantizar la liquidez
de la Administración en los próximos meses”. Una
justificación que se le antojó insuficiente a Aróstegui que
siguió defendiendo que “parece razonable medir los costes
financieros” algo que no se logra “si se va al límite del
endeudamiento”. Mientras, para Carracao la única alternativa
posible es “cambiar la mentalidad del Gobierno o el
Gobierno”.
|