La “peculiaridad” del depósito estratigráfico del Abrigo de
Benzú, con niveles “altamente cementados” y formado
“principalmente” de calcita, “está evitando incidir desde el
punto de vista taxonómico en la precisión de los restos”.
Por ello, el equipo de investigación ha tenido que idear una
“metodología inusual para su extracción”.
Un primer intento fue a través del tratamiento con ácidos
acéticos y clohídricos, con el que disgregar la brecha. Sin
embargo, fue “ineficaz”. En segundo lugar, se determinó el
empleo de un sistema de extracción de pequeños bloques de 25
x 25 x 15 centímetros mediante un sistema de cuñas y
contracuñas creado por miembros del propio equipo.
Estos pequeños bloques fueron los que se procesaron de forma
posterior en el laboratorio mediante medios mecánicos de
micropercutores de aire compromido. Por otro lado, también
se utilizaron los “tradicionales matillo y cincel”. A pesar
de todo, “este sistema no se ha presentado efectivo y en
algunos restos, bien por la dureza del depósito, bien por la
fragilidad de las conchas, la extracción de los restos ha
sido ardua”, se resalta en el texto.
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