El secretario general de UGT en Ceuta, Antonio Gil, defendió
la postura tomada por los representantes sindicales de
paralizar las negociaciones con la Administración local
aunque también deseó “la recuperación del diálogo así como
el anuncio de medidas de estímulo por parte de la Ciudad
Autónoma”.
UGT, CCOO y CSI-F continuaron ayer las reuniones con el fin
de consensuar el documento con las medidas o propuestas que
presentarán a la Administración local para que se hagan
efectivas si desde la Ciudad se quiere retomar la senda de
las negociaciones iniciadas hace un mes tras el anuncio de
los ajustes económicos previstos por el Ejecutivo de Vivas.
Antonio Gil, como secretario general de la UGT, resaltó ayer
en rueda de prensa que los representantes en la mesa
negociadora con la Ciudad Autónoma “lo están haciendo
magníficamente, es la posición que tienen que mantener en
defensa de los intereses de los trabajadores y no me cabe
ninguna duda de lo eficaz que van a ser a lo largo de esa
negociación que han emprendido”.
Gil defendió que las centrales sindicales tomaran la
decisión de levantarse de la mesa negociadora, aunque
también mostró su deseo de que “retornen pronto al diálogo y
que la Ciudad anuncie alguna medida de estímulo que tenga
que ver con la eficacia de los servicios públicos, con la
estabilidad de los trabajadores que están ahí, y no estén
permanentemente anunciando recortes y añadiendo inseguridad
a estos trabajadores”, algo que para el secretario general
de UGT sería “bastante bueno”.
“Este país y la Ciudad tienen un problema de ingresos, y en
cuanto a ingresos la Ciudad deberá tomar buena nota de que
es lo que tiene que hacer para aumentar esos ingresos y
dejar la tijera por un momento”, argumentó Gil, quien
también respaldó la actuación de los representantes
sindicales asegurando que “lo están haciendo muy bien”.
El secretario general de UGT recordó al Ayuntamiento que
“tiene bastante trapo donde cortar y existen muchas medidas
que se pueden llevar a cabo y que pueden suponer un ahorro
importante y que repercutiría en esa mayor estabilidad de
los empleados públicos”.
Para Gil existen “muchos gastos superfluos y se pueden
acomener una serie de medidas de ahorro que le puedan además
dar tranquilidad a los empleados públicos”.
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