La situación en Pediatría era “verdaderamente desesperada”
según especificó Juan Carlos Querol, anterior gerente del
Ingesa, cuando ocurrieron los hechos en noviembre de 2006.
Por ello, el anterior responsable del Hospital justificó que
un médico de familia, sin especialidad en Pediatría,
atendiera un parto gemelar con dos neonatos que se
encontraban en el límite de la viabilidad. Un título con el
que tampoco contaba S.O.A. que se encontraba de guardia en
casa para ir al Hospital en caso de urgencia. Este doctor
estaba en trámites para homologar su título de Brasil que
aún en 2012 no ha sido homologado.
Ambos tenían un contrato de médicos de urgencias a partir
del cual se les derivaba a las áreas donde hacía falta más
personal. “No se les exige especialidad y en base a su
experiencia se les deriva coyunturalmente”, aclaraba Querol
ayer para defender la actuación y la capacitación de ambos
facultativos, que aún siguen ejerciendo su actividad en el
Hospital Universitario.
La situación no ha mejorado con el tiempo, según explicó el
ex gerente, que aseguró que en la actualidad ocho de los
trece pediatras no tienen su titulación homologada porque
son extra comunitarios. Un problema heredado del que es muy
consciente el actual gerente, Manuel Cabeza, que ya ha
anunciado que entre sus prioridades está mejorar el servicio
de Pediatría.
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