El esfuerzo “por convicción”, realizado por el Gobierno, ha
expresado Márquez, ha estado en las políticas sociales,
donde “se viene percibiendo un notable descenso de las
transferencias del Estado”. Pero ello no ha sido óbice para
que las políticas de Educación, Empleo, Menores, Mujer, o
Asistencia Social dispongan de un gasto previsto de 64,2
millones de un euros, lo que supone un incremento del 4%
respecto al ejercicio de 2011.
Para llegar a estas cifras y que las acciones de cohesión
social no se vieran mermadas por la crisis, y por la cada
vez menor aportación del Estado a ellas, el Gobierno local
ha tenido que afrontar buena parte del gasto en las
distintas subáreas de la que se ha ido ‘escaqueando’ la
administración general del Estado. En concreto, para que no
se viera mermada la atención social ni la prestación de este
servicio público, el Ejecutivo autonómico ceutí ha tenido
que implementar el gasto de su aporte en un 5% para
contrarrestar el decremento del 3% del dinero estatal a los
distintos convenios.
Servicios públicos esenciales
Para el Gobierno, otra de las patas ‘intocables’ para la
tijera ha sido todo lo relacionado con los llamados
servicios públicos esenciales, que tan directamente afectan
al ciudadano. Son políticas medioambientales, comunitarias
(barriadas), protección civil y lo que se ha venido en
llamar ‘entretenimiento urbano’. En ello está la limpieza
viaria y la contenerización, o la planta depuradora. También
policía y bomberos.
En este apartado no hay recortes, sino que “se presta
especial atención en que no se pierda ni un ápice de calidad
en la prestación de estos servicios”, ha dicho el consejero
de Hacienda, Francisco Márquez durante su exposición de las
características del presupuesto que, desde hoy, está
expuesto al público.
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