Después de más de diez horas de juicio y con multitud de
incógnitas aún por resolver, el tribunal de la Audiencia
Provincial presidido por Jesús Bastardé, decidió tirar del
careo para ver las reacciones de denunciante y acusado. En
primer lugar se sentaron frente a los tres magistrados de la
sala uno de los jóvenes que han denunciado, Cristóbal Yañez,
frente al único de los tres agentes que el joven reconoció
como agresor.
F.R.M. increpó en todo momento a Yañez para saber por qué lo
había inculpado de forma directa. Y es que, a pesar de que
el jóven asegura fue este policía el que les agredió a él y
su amigo, tanto el agente como sus compañeros afirmaron que
fue el último en llegar al cordón policial que se formó para
disipar la reyerta.
En el cara a cara, el denuciante mostró sus nervios
contenidos. Parco en palabras y respondiendo a las preguntas
del policía, Yañez se defendió. Mientras, frente a él tenía
a una persona inquieta, que alterado preguntaba quién le
había envenenado para acusarle directamente.
En un segundo asalto, el denunciante se encontró frente a él
con el subinspector que coordinó el operativo policial. En
esta ocasión, el agente intentó defender que él sería el
primero que denunciaría a uno de sus agentes si le viera
agredir a un ciudadano. El testigo aseguró que tenía
expedientes abiertos contra policías. Además, aseguró que
como coordinador del servicio no había visto en el lugar de
los hechos a Yañez, aunque si luego cuando le preguntó por
Navas como si fuera su hermano.
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