El trazado discurre por suelo urbano o urbanizable y la
distancia entre los enlaces previstos con las carreteras
N-352 y N-354 se aproxima a los 2 km, sin conexión
intermedia, por lo que la Consejería de Fomento solicitó que
se incluyeran dos nuevos enlaces “garantizando una adecuada
permeabilidad en la nueva carretera que impida que se
convierta en una barrera en la trama urbana”. También
solicitaba discurriera “lo más próximo posible a la rasante
del terreno; construcción de vías de servicio paralelas
donde sea posible; y evitar grandes taludes y desmontes que
aumenten el efecto barrera”. “La configuración de una vía
rápida impide cualquier conexión con la ciudad, por lo que
sólo resuelve los problemas de tráfico durante la OPE, de
vehículos procedentes del Puerto de Ceuta”, indicaba la
Ciudad.
Sin embargo, Carreteras cree que la vía (con un túnel
intermedio de 300 metros) se encuentra “bien integrada en la
trama urbana”, al tener 2,7 kilómetros de longitud con
cuatro puntos de conexión”.
Estas conexiones son una glorieta sobre el falso túnel de
Benítez, con accesos a la N-352, la N-354 y las viviendas
allí situadas, y en la glorieta de Arcos Quebrados, donde
“confluyen la N-352 y el acceso a Loma Colmenar”. El
promotor concluye que “son inviables nuevas conexiones
intermedias ya que esto significaría proyectar una calle y
no una carretera”.
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