Después de tres años de presidencia de Jesús Fortes, llegó
el relevo en el congreso de 1996 con un único candidato:
Ricardo Muñoz, quien salió prácticamente por aclamación, ya
que únicamente hubo tres votos en blanco de ciento treinta
depositado en la urna. Muñoz afirmó seguir la línea
mantenida hasta entonces.
El domingo 6 de octubre de 1996 se produjo el relevo en la
presidencia regional del Partido Popular de Ceuta, en el
transcurso del sexto congreso de los populares locales.
La presidencia de la Ciudad Autónoma necesitaba toda la
atención que le pudiera prestar Jesús Fortes, quien era
también presidente del Partido Popular.
Este fue uno de los motivos por los que se produciría el
relevo en el congreso que los populares ceutíes celebraron
en octubre de 1996.
La persona designada para regir el destino del partido fue
Ricardo Muñoz, quien recibió el apoyo masivo de la práctica
totalidad de los compromisarios.
Como objetivos para su gestión, se proponía intentar
revalidar con mayoría absoluta los resultados electorales
que había recibido el Partido Popular en las últimas
elecciones locales de 1995, que fueron las primeras a la
Asamblea de la Ciudad Autónoma.
También garantizó fidelidad del partido a las iniciativas
que se produjeran desde Ceuta, destacando la buena conexión
existente con el Partido Popular a nivel nacional y con el
Gobierno de España, que en esa época lo presidía José María
Aznar.
Animó a los militantes para participar en la vida del
partido, agradeciéndoles también toda la labor prestada
durante la anterior presidencia.
La presencia en el congreso del ministro de Sanidad, José
María Romay Beccaría, era también una muestra del apoyo que
daba la directiva nacional al proceso congresual y a la
nueva ejecutiva que tomaba el testigo que dejaba el
presidente saliente, Jesús Fortes.
Fue un congreso en el que asistieron como invitados el
secretario general del PFC, Francisco Fraiz, quien ratificó
la lealtad de su partido al pacto de gobierno firmado con
los populares; el secretario general de UGT, Alejandro
Curiel, quien deseó éxitos políticos en favor de las clases
más desfavorecidas.
La presencia del ministro de Sanidad sirvió también para que
desde el partido se le hiciese una serie de solicitudes para
solucionar algunas carencias que existían en aquellos años.
Romay Beccaría anunció que se había incrementado un 6% el
presupusesto en Sanidad y que se tomarían medidas urgentes
para arreglar los servicios de Urgencias del hospital de la
Cruz Roja-INSALUD, aunque advirtió que las necesidades
pasaban por la construcción de un nuevo hospital.
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