Las IV jornadas sobre Geopolítica y Geoestrategia de la UNED
continuaron ayer con sus ponencias, en las que analizan la
presencia de España en África. El primer ponente de la tarde
fue el general de brigada en la reserva, Francisco Laguna,
que habló sobre el pasado y el presente de Guinea
Ecuatorial. A continuación, el teniente coronel de la
Comandancia General de Melilla, Ignacio Fuente, trató la
situación del Sahara Occidental; y por último, el profesor
de Historia de la UNED de Melilla, Ángel Castro, trató la
ponencia ‘Ceuta y Melilla. El porvenir del pasado’.
La presencia de España en África continuó ayer siendo el eje
de debate en las IV jornadas sobre Geopolítica y
Geoestrategia, que se están levando a cabo en la sede de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia, y que están
organizadas en colaboración con la Comandancia General de
Ceuta.
El general de brigada en la reserva, miembro de la
Asociación Española de Militares Escritores, Francisco
Laguna, analizó el pasado y el presente de Guinea
Ecuatorial, la única nación del continente africano en la
que se habla español. Laguna estructuró su conferencia en
las tres etapas por las que ha pasado Guinea: una primera,
desde 1900, cuando tiene lugar el tratado de París, hasta
1968 en que alcanza la independencia, tras unos años en que
fueron considerados provincias españolas; una segunda etapa,
entre 1968 y 1979, bajo el gobierno de Macías, durante el
que se suspendieron las relaciones diplomáticas y Guinea se
hundió en el caos económico y político. La última etapa se
inicia en 1979, año en que se produce el Golpe de Libertad,
y alcanza hasta hoy, bajo el gobierno de Obiang Nguema,
aunque destaca la primera fase, que ocupa hasta 1984, y que
es un periodo intenso de cooperación española.
También destacó que, ahora, las relaciones entre Guinea y
España están en un momento “de interrogación”, en el cual
influye que Guinea “haya cambiado sustancialmente por la
influencia del petróleo”. “Ni el presidente Obiang ni su
entorno tienen una postura clara en relación a cómo quieren
desarrollar la política exterior con España, ni el ‘Plan
Africa 2009-2012’, aunque incluya Guinea, no lo hace con los
mecanismos y procedimientos más adecuados”, explicó.
Asimismo, destacó que habría que evitar “pensar que a España
le interesa Guinea porque tiene petróleo”, porque “aunque es
verdad que el petróleo es importante económicamente, no
puede ser ese el motivo más importante para establecer
relaciones con Guinea”. En este sentido explicó que, en
consecuencia a esto, los guineanos pueden pensar “que ahora
hay países que quieren tener relación con ellos porque ahora
son ricos, y que antes no estaban dispuestos a ayudarles
porque no tenían petróleo”.
Institución militar
Antes de la ponencia, el general de brigada comentó cómo
estas jornadas pueden hacer llegar a la población civil “las
posibilidades del mundo militar”. En este sentido, destacó
”el papel de los militares en la cooperación internacional,
como puede ser abrir el camino a la cooperación en otras
áreas y facilitar las relaciones de la población civil con
sus propios estamentos de gobierno”, un papel que, según
señaló, la población civil aún no ve: “En España sigue
habiendo un recelo hacia la institución militar, viéndola
como, exclusivamente, el Ejército en armas que combate y que
da lugar a las guerras, y que si no hubiera Ejército no
habría guerras, y entonces no ve las posibilidades de la
cooperación militar y civil en la ayuda a otros países,
sobre todo, en los que han pasado tragedias graves, ya sea
porhecatombes naturales, como fue Haití, o por motivos
políticos y sociales, como puede ser ahora mismo el norte de
África, o como fue en su momento Guinea”.
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