Situó el tiroteo a las ocho de la tarde de aquel 22 de
octubre de 1997, mientras estaba en la azotea de su casa
escuchando gritos de socorro, y viendo cómo “‘Tafa Sodia’
disparaba a la víctima cuando ya la había arrastrado por la
calzada y esta le decía, si quieres mátame aquí”. Estas
fueron las declaraciones vertidas por el ‘Vasco’ durante la
sesión en la que otra vez veía la luz ayer aquel tiroteo del
Puente del Quemadero, sobre el que el testigo nunca se había
pronunciado hasta hace escasos meses, refugiándose en el
“miedo” para justificar su silencio.
El declarante sostuvo durante su intervención ante el
tribunal de la Audiencia Provincial que la barriada en la
que siempre había convivido con ‘Tafa’ era una especie de
“China Town a la moruna”, y que el acusado, al que señaló
con el dedo, era “el capo de los años 90 en el Príncipe y
ahora de toda la ciudad”. Pero, más de una década después y
con “26 disparos en el cuerpo”, sus principios “culturales,
morales y religiosos no me dejan que calle y estoy dispuesto
a contar todo lo que allí arriba ocurre”, añadió.
Este último testigo incluido en el procedimiento continuó el
relato de los hechos advirtiendo que el autor de los “dos o
tres” disparos se “escondió” en el callejón de su casa con
el arma en la mano y que luego un vehículo “de color oscuro”
lo recogió. Sin embargo, el ‘Vasco’ sólo relacionó con el
suceso a ‘tafa’, a ninguno de sus compañeros de banquillo, y
sin coincidir con las propias declaraciones de la víctima.
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