Muchos bebés trajo Francisca Ramírez Molina al mundo, a
Ceuta, concretamente. Por su labor como matrona durante
cuarenta años, la ministra Leire Pajín la condecoró ayer con
la Cruz de Sanidad, que se le concedió en 2006. Con esta
distinción, Ramírez ingresa en la Orden Civil de Sanidad,
donde se le reconoce su labor asistencial.
“Estoy contentísima”, dijo emocionada tras preguntar si
podía hablar. “He trabajado durante cincuenta años y me
jubilé con setenta, y porque me dijeron ‘Vete ya’, que si
no, todavía estaba trabajando, porque yo me encuentro con
fuerzas”, añadió en el que se convirtió en el momento más
emotivo de la jornada de la titular de Sanidad en Ceuta.
La matrona estuvo arropada durante este homenaje por
personal sanitario en activo, que recordaba “de manera muy
especial” los momentos de profesión compartidos con
Francisca Ramírez. También quisieron acompañarla “viejas
glorias del Hospital”, como ellas mismas se definieron,
profesionales, ya jubiladas, como Teresa, Marilo, María
Gracia o Nona.
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