La tolerancia, la libertad, el respeto y la entrega a los
colectivos más vulnerables hicieron que ayer también
recogiese una de las Medallas de la Autonomía el presidente
de Cruz Roja en Ceuta, José Manuel Durán, que al igual que
su antecesor en la locución quiso dedicar el galardón a los
voluntarios que componen la entidad humanitaria: “Cada trozo
de esta medalla pertenece a la acción que desempeña cada
voluntariado”.
Sus pilares básicos siempre han estado fundamentados en la
humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia,
carácter voluntario, unidad y universalidad. Ellos son los
que llevaron ayer, junto a los cientos de voluntarios, a que
la delegación de Cruz Roja en Ceuta fuese reconocida con una
Medalla de la Autonomía, que públicamente recogió el
presidente de la entidad humanitaria, José Manuel Durán.
El representante de Cruz Roja no dudó un segundo en lanzar
un mensaje de agradecimiento a los ceutíes insistiendo en
que la adquisición del cupón se traducía cada año en “la
puesta en marcha de nuestros proyectos”. Estos logrados por
“las personas que se integran en cada uno de los
voluntariados, por lo que cada trozo de esta medalla les
pertenece”, apuntó Durán. Tolerancia y libertad “para los
colectivos más vulnerables; protección a la vida, la salud y
las personas “para una paz duradera de los pueblos”;
humanidad, solidaridad y participación “para la
integración”, fueron los mensajes que el presidente de la
entidad humanitaria ceutí quiso dejar grabado en la memoria
de los asistentes a los actos de la Constitución y la
entrega de las últimas Medallas de la Autonomía.
A este respecto, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas,
hizo un guiño a la actividad de Cruz Roja, recordando que
además de gestionar el antiguo hospital, “realiza una
importante labor asistencial y de protección civil”. Por
ello, “merece esta medalla porque constituye el cauce para
que muchas personas de bien nos pongan de manifiesto que uno
tiene, lo que es capaz de dar a través del voluntariado”.
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